Un avance revolucionario en el estudio de la memoria: el papel de los astrocitos
La investigación en neurociencia ha dado un giro significativo con el reciente estudio publicado en la revista Nature, que revela un papel crucial para las células astrocitos en la regulación de los circuitos de la memoria. Este descubrimiento, liderado por investigadores de la Facultad de Medicina de Baylor en Houston, desafía la noción tradicional de que la memoria es un proceso exclusivamente neuronal.
Los astrocitos, anteriormente considerados meramente como células de soporte para las neuronas, ahora se entienden como participantes activos en la formación y recuperación de recuerdos. Este hallazgo tiene implicaciones potenciales para el tratamiento de patologías como el alzhéimer y el trastorno de estrés postraumático, donde la memoria juega un papel clave.
Colaboración entre astrocitos y neuronas
El estudio, revisado por la experta Gertrudis Perea del Instituto Cajal-CSIC, destaca cómo los astrocitos trabajan en estrecha colaboración con las neuronas para formar redes que regulan los circuitos de la memoria. Perea explica que el estudio describe la activación de grupos específicos de astrocitos durante el proceso del miedo condicionado, mostrando su capacidad para desencadenar la recuperación de recuerdos en contextos diferentes.
Los astrocitos están intrínsecamente ligados a las neuronas, desempeñando funciones esenciales en la regulación de los circuitos neuronales asociados con el aprendizaje y la memoria. Exhiben una plasticidad dependiente de la experiencia, lo que significa que sus estados de activación y propiedades funcionales pueden ajustarse según los estímulos ambientales y los estados internos del organismo.
Regulación de los circuitos cerebrales
Para explorar su hipótesis sobre el papel de los astrocitos, el equipo de investigación desarrolló herramientas de laboratorio para identificar la actividad de estos en los circuitos cerebrales de la memoria. Uno de los experimentos clave consistió en condicionar a ratones para que sintieran miedo en una situación determinada, observando cómo se quedaban ‘congelados’ como respuesta al miedo.
Durante estos eventos de aprendizaje, se observó que un subconjunto de astrocitos expresaba un gen denominado c-Fos. La activación específica de estos astrocitos en ratones previamente condicionados al miedo, en un entorno neutro, provocó que los animales se ‘congelaran’ incluso en ausencia de un estímulo amenazante. Esto demuestra que la activación de los astrocitos es responsable de estimular el recuerdo del miedo aprendido.
Los hallazgos sugieren que los astrocitos tienen una función crucial en la consolidación y el recuerdo de la memoria, ampliando la noción de que estos exhiben una plasticidad dependiente de la experiencia. Históricamente, se pensaba que los procesos de la memoria dependían únicamente de las neuronas, específicamente de los engramas. Este estudio desafía esa idea al mostrar que existen subpoblaciones de astrocitos que participan directamente en la formación y recuperación de la memoria.
Un factor crucial en la recuperación de la memoria
El estudio identifica al gen que codifica para el factor nuclear I-A (NFIA) como una pieza clave en la recuperación de la memoria. Esto sugiere que, al igual que las neuronas, existen grupos de astrocitos vinculados de manera única a memorias particulares.
Con forma de estrella, los astrocitos son las células más abundantes en el cerebro y participan activamente en procesos que favorecen la neurotransmisión y la plasticidad de los circuitos cerebrales. Durante mucho tiempo, se les consideró principalmente como células de soporte y nutrición para las neuronas.
En 1998, el investigador Alfonso Araque propuso que los astrocitos participaban activamente en la regulación de las sinapsis, una idea que inicialmente fue recibida con escepticismo. Sin embargo, en 2007, la revista Science publicó un artículo sobre la ‘sinapsis tripartita’, en la que los astrocitos participan junto con las neuronas.
Desde entonces, los astrocitos han ido ganando reconocimiento por sus funciones más allá del soporte neuronal. Este último estudio pone de manifiesto su potencial para controlar los procesos que regulan la formación de memorias, influyendo de manera crucial en la interacción del ser humano con el mundo que lo rodea. Este avance subraya la importancia de considerar tanto la percepción externa como la memoria interna en el estudio de la cognición humana.
artículo original de: https://www.saludadiario.es/investigacion/astrocitos-nuestra-memoria-no-es-solo-cosa-de-las-neuronas/