El presidente Joe Biden llegó a la Casa Blanca con la promesa de **unificar el país** y dejar atrás la era del **trumpismo**. Sin embargo, estos esfuerzos no han dado los frutos esperados. La reciente **victoria arrolladora de Donald Trump** en las elecciones presidenciales supone que Biden tendrá que ceder el mando a su eterno rival político. La tarea de entregar las **llaves de la Casa Blanca** a un adversario que ha sido una fuente constante de críticas y vituperios durante su mandato no será sencilla para Biden. A pesar de esta situación, el actual presidente se esfuerza por facilitar una **transición de poder** que, aunque tensa, se prevé ordenada.
En un gesto diplomático, Biden telefoneó a Trump para felicitarlo por su victoria y reafirmar su compromiso de garantizar una **transición fluida**. La Casa Blanca informó que durante la conversación, Biden enfatizó la necesidad de trabajar juntos para **unir al país**. Además, extendió una invitación a Trump para reunirse en el **Despacho Oval**, en una fecha que ambos equipos determinarán próximamente.
El director de comunicación de la campaña de Trump, Steven Cheung, señaló que el **presidente electo** está entusiasmado con la idea de reunirse con Biden y agradeció la llamada. Este gesto contrasta con la actitud de Trump en 2020, cuando se negó a reconocer su derrota ante Biden y nunca realizó una llamada de felicitación. La esperada reunión simboliza un retorno a la **normalidad democrática**, tras un periodo de tensión en el que Trump se negó a participar en una **transferencia pacífica y ordenada** del poder.
La transición arranca un año antes
En Estados Unidos, el proceso de **transición de poder** es un procedimiento meticulosamente planificado que comienza un año antes de las elecciones presidenciales. El objetivo es garantizar que, cuando el **nuevo presidente** asuma el cargo el 20 de enero, la maquinaria de la nueva **Administración** funcione sin interrupciones. Sin embargo, en 2020, el equipo de Trump inicialmente se negó a colaborar con el de Biden, retrasando el **traspaso de poderes**.
Después del caos vivido en 2020, el Congreso aprobó en 2022 una nueva **ley de transición presidencial** que establece de manera más clara las responsabilidades de la administración saliente. Trump ha designado un equipo de transición compuesto por aliados políticos, amigos y familiares. Este equipo estará liderado por su **vicepresidente electo**, J. D. Vance, junto a figuras clave como Robert F. Kennedy y Tulsi Gabbard.
El jefe de gabinete de Biden, Jeff Zients, ya ha iniciado contactos con el equipo de Trump para firmar los **acuerdos federales** necesarios para garantizar una transición ordenada. Se espera que estas conversaciones se intensifiquen a lo largo de la semana, con miras a establecer un **comité de investidura** y un equipo de transición formal.
Una de las tareas cruciales del equipo de Trump es la elaboración de una lista de **nombramientos** para unos 4.000 cargos de la administración, incluidos los miembros de su **Gabinete**. Alrededor de 1.200 de estos nombramientos requieren la ratificación del Senado, un trámite que se prevé sin complicaciones, dado que los **republicanos** controlan la Cámara Alta.
Otro aspecto fundamental de la transición es la entrega de información sobre **secretos oficiales**. La ley establece que se debe proporcionar al presidente electo un resumen clasificado relacionado con la **seguridad nacional** lo antes posible. Durante este periodo de traspaso, que dura aproximadamente dos meses y medio, es común que los **presidentes electos** reciban informes de inteligencia diarios o casi diarios.
En 2008, el presidente saliente, George W. Bush, informó personalmente a Barack Obama sobre las **operaciones encubiertas** de Estados Unidos. En el traspaso de 2016, la asesora de seguridad nacional de Obama, Susan Rice, brindó información a Michael Flynn, su sucesor en la nueva administración. Sin embargo, en 2020, las sesiones informativas para Biden comenzaron tardíamente debido a la resistencia de Trump a reconocer su derrota.
Un largo proceso
La ley de 2022 marca el inicio formal del proceso de transición en noviembre de 2023, un año antes de las elecciones, aunque con trabajos internos. La **Administración de Servicios Generales** (GSA) ha preparado un directorio de transición con información sobre los organismos federales, y un informe que resume las actividades y recursos pertinentes.
En mayo pasado, seis meses antes de las elecciones presidenciales, se constituyó el **Consejo de Coordinación de la Transición** de la Casa Blanca, presidido por el jefe de gabinete del presidente. Este consejo supervisa y dirige a los organismos y al **coordinador federal de la transición**, quien lidera el proceso. Cada organismo designa a un funcionario superior de carrera para supervisar las actividades de transición de su agencia, formando parte de un consejo que se reúne regularmente.
Desde las **convenciones de nominación** de los candidatos hasta la fecha electoral, la GSA proporciona espacio de oficina y apoyo preelectoral a los principales candidatos. Para el 1 de septiembre, la GSA debe haber firmado acuerdos con los **candidatos elegibles** en relación con los servicios de apoyo y acelerar los preparativos, planes de sucesión, y la preparación de materiales informativos de transición.
Después de las elecciones, si hay un **ganador claro**, como es el caso, la GSA continúa proporcionando espacio de oficinas y servicios de apoyo al presidente y vicepresidente electos. Este apoyo se extiende hasta 60 días después de la toma de posesión. Una prioridad es entregar al presidente electo un resumen clasificado relativo a la **seguridad nacional**. Además, comienzan las actividades de formación y orientación para los futuros cargos presidenciales, normalmente financiadas por el Congreso para el ejercicio fiscal en el que se produce la transición. Del presidente electo, se pasa luego al cesante. Desde 30 días antes de la expiración del mandato, la GSA comienza a prestar apoyo al **presidente y vicepresidente salientes**, que se extiende durante siete meses.
artículo original de: https://elpais.com/internacional/elecciones-usa/2024-11-07/biden-pasa-el-testigo-a-trump-un-traspaso-de-poder-tenso-pero-ordenado.html