En este año se está produciendo un giro bastante interesante – y en cierto modo esperable – sobre los fabricantes y sus respectivas hojas de ruta. Si para muchos 2030 era la marca en la cual centrarse exclusivamente en vender coches eléctricos, cada vez más marcas han decidido aplazar esa meta, abriendo la puerta a la continuidad de vehículos híbridos enchufables y/o microhibridados. Volvo es el caso más reciente, tal como ha confirmado en un comunicado hace apenas unas horas.
Convivirán eléctricos con híbridos en el futuro de Volvo
El propio lanzamiento del XC90 de tercera generación ha sido un claro indicio de ello, más allá de ofrecer una alternativa de combustión y gran autonomía a los EX30 y EX90 de propulsión eléctrica. El XC90 (que, recordemos, llega tras casi una década de la segunda generación en el mercado) cuenta tanto con una versión híbrida enchufable (T8), la protagonista por decirlo así, como con dos variantes con motor de gasolina microhibridados (B5 y B6).
Volvo ha expresado que, en lugar de marcarse un objetivo de máximo beneficio, su objetivo es el crecer dentro del segmento premium de aquí a 2026, persiguiendo un margen de beneficios (antes de intereses e impuestos) de entre el 7% y el 8%. La marca sueca de capital procedente de Geely quiere beneficiarse de las inversiones que se están realizando en estos momentos para conseguir una mayor cantidad de capital libre para invertirla en diferentes proyectos.
Otro caso de fabricante que cambia sus planes de electrificación
Eso sí, Volvo mantiene claras sus intenciones: su futuro será vender solo coches eléctricos. «Sin embargo, está claro que la transición hacia la electrificación no será linear y los clientes y mercados se están moviendo a diferentes velocidades en su adopción«, declaró el CEO de Volvo Jim Rowan (Automotive News Europe). También cambian sus objetivos de emisiones: reducir sus emisiones de CO2 un 30-35% para 2025 y 65-75% para 2030 con respecto a los datos de 2018.
Volvo se une de esta manera a la lista de fabricantes que han cambiado los planes que habían estipulado para con la electrificación años atrás – otro caso de Ford, cambiando su hoja de ruta e incluso cancelando un SUV eléctrico previsto para el futuro, el de Mercedes o Toyota/Subaru/Mazda, aliándose para desarrollar motores de combustión con un especial énfasis en combatir las emisiones de CO2. La propia Geely, sin ir más lejos, hará algo similar junto a Renault a través de Horse.