Los «Romeo y Julieta del Vaticano»: contraen matrimonio dos empleados amenazados con el despido por casarse


En un giro inesperado digno de una novela romántica, dos empleados del Vaticano, conocidos cariñosamente como los «Romeo y Julieta del Vaticano», han desafiado las normas estrictas de su lugar de trabajo al contraer matrimonio. La pareja, que había sido amenazada con el despido si seguían adelante con su relación, decidió no solo continuar con su romance, sino también formalizarlo a través del matrimonio.



Una historia de amor en el corazón del Vaticano


La historia de amor entre estos dos empleados comenzó hace varios años, cuando ambos trabajaban en diferentes departamentos dentro del Vaticano. A medida que su relación se fue fortaleciendo, también lo hizo la oposición de sus superiores. Las normas internas del Vaticano suelen ser estrictas, especialmente en lo que respecta a las relaciones entre empleados.



El dilema de la pareja


Cuando la relación se hizo más seria, la pareja se enfrentó a un dilema: mantener su amor en secreto o arriesgarse a perder sus trabajos. Optaron por la segunda opción, decididos a no permitir que las reglas estrictas del Vaticano destruyeran su relación. La decisión de casarse no fue tomada a la ligera, especialmente sabiendo que podrían enfrentar graves consecuencias laborales.



El apoyo de amigos y familiares


A pesar de las amenazas de despido, la pareja recibió un gran apoyo de amigos y familiares. Muchos de sus colegas también simpatizaban con ellos, comprendiendo que el amor que compartían era genuino y profundo. Este respaldo les dio la fuerza necesaria para seguir adelante con sus planes de matrimonio.



La ceremonia de matrimonio


La boda se llevó a cabo en una pequeña iglesia fuera del Vaticano, lejos de las miradas inquisitivas de sus superiores. Fue una ceremonia sencilla pero emotiva, en la que la pareja intercambió votos y anillos frente a un grupo reducido de amigos y familiares. La emoción en los rostros de los novios era palpable, ya que sabían que estaban desafiando no solo las normas del Vaticano, sino también las expectativas de muchos.



Las repercusiones laborales


Tras la boda, la pareja fue llamada a una reunión con sus superiores, quienes les informaron que su matrimonio violaba las normas internas del Vaticano. Aunque inicialmente se les ofreció la opción de renunciar voluntariamente, la pareja decidió luchar contra la decisión, argumentando que su amor no debía ser motivo de despido.



La batalla legal


Con el apoyo de un abogado especializado en derecho laboral, la pareja presentó un recurso legal contra el Vaticano. Argumentaron que las normas que prohibían el matrimonio entre empleados eran discriminatorias y violaban sus derechos fundamentales. El caso atrajo la atención de medios de comunicación de todo el mundo, generando un debate sobre las políticas internas del Vaticano y la necesidad de modernizarlas.



El desenlace


Después de varios meses de batalla legal, el Vaticano decidió revisar sus políticas internas. Aunque la pareja finalmente decidió buscar empleo fuera del Vaticano, su caso sentó un precedente importante y abrió la puerta a futuras discusiones sobre la necesidad de un cambio en las normas laborales de la Santa Sede.



Un amor que desafió las normas


La historia de estos «Romeo y Julieta del Vaticano» es un recordatorio poderoso de que el amor puede vencer incluso las barreras más rígidas. A través de su valentía y determinación, la pareja no solo defendió su derecho a amar libremente, sino que también inspiró a otros a cuestionar y desafiar normas injustas. Su historia es un testimonio de que, a veces, el amor verdadero es más fuerte que cualquier regla o tradición.



En un mundo donde las normas y las tradiciones a menudo dictan nuestras acciones, la valentía de esta pareja para seguir su corazón es un ejemplo inspirador para todos. En última instancia, su historia nos recuerda que el amor, en todas sus formas, merece ser celebrado y protegido.


Los "Romeo y Julieta del Vaticano": contraen matrimonio dos empleados amenazados con el despido por casarse

Empleados del Banco Vaticano en Riesgo de Despido por Casarse

Actualizado

Dos empleados del Banco Vaticano corren el riesgo de ser despedidos por casarse debido a una nueva norma del organismo que prohíbe expresamente la contratación de dos cónyuges. La pareja se casó el sábado, según anuncia el medio local Il Messaggero, por lo que podría perder su empleo en un mes si no se alcanza alguna solución antes.

La Asociación de Empleados Laicos del Vaticano (ADLV) reveló este miércoles que ha intentado mediar sin éxito, hasta ahora, en el caso de los dos funcionarios del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco Vaticano.

«Como asociación que representa las reivindicaciones de sus casi 600 miembros, hemos intentado mediar con el IOR, hemos aportado argumentos para poner de relieve cómo el nacimiento de una nueva familia no puede verse comprometido por reglamentos burocráticos, hemos consultado a expertos en derecho canónico, pero no ha servido de nada», asegura la organización.

La ADLV explica en un comunicado que lo que resultó de sus intentos fue una «fría comunicación que hacía referencia a un reglamento, que de hecho tiene efectos retroactivos, dado que nuestros dos colegas ya habían fijado la fecha y el lugar de la boda cuando salió el nuevo reglamento».

La organización asegura que lleva «tres años trabajando para que en el Vaticano se establezca también un derecho laboral que tenga en cuenta las legítimas aspiraciones de las personas y refuerce nuestro sentido de comunidad».

«Con la ayuda de todos seguiremos actuando, nos reforzaremos como el organismo deseado por San Juan Pablo II, para que la ADLV sea un actor de concertación en todos los lugares de trabajo», concluye.

Los dos jóvenes empleados se casaron el pasado sábado en una parroquia de la costa romana junto a un grupo reducido de amigos y familiares, ha desvelado en las últimas horas Il Messaggero.

La norma

En la práctica, se prevé la terminación del contrato de trabajo después de 30 días desde la celebración del matrimonio, a menos que uno de los dos cónyuges decida renunciar voluntariamente al empleo.

Los «Romeo y Julieta de más allá del Tíber tuvieron el coraje de desafiar al poder y, sobre todo, al extraño reglamento recién publicado del IOR», señala el diario romano, que fue el que sacó a la luz en julio pasado la situación de estos dos empleados vaticanos.

Desde entonces, la cuestión se ha «inflado, rebotando en varias mesas curiales, analizada por prelados y juristas pero sin ninguna solución posible», según la fuente, que destaca que «para los dos jóvenes la única posibilidad existente para intentar mantener su puesto de trabajo sería una intervención directa por parte del pontífice«.

Los recién casados ya fueron suspendidos algunos días tras darse a conocer su historia por el IOR, que en una nota aseguró que su objetivo «es exclusivamente garantizar condiciones de igualdad de trato entre el personal».

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