Tras casi una década con la segunda generación, en la que la marca ha sufrido muchos, pero que muchos cambios y mutaciones, Volvo nos ha presentado la tercera generación del XC90, su buque insignia entre los SUV grandes de combustión de corte premium. Y ciertamente hace honor a la palabra buque con su imponente figura y proporciones, haciendo gala tanto de su seguridad activa como del confort en la marcha para 7 ocupantes para hacer muchos kilómetros en carretera.
Llega el Volvo XC90 de 3º generación casi diez años después
El lenguaje de diseño está claramente influenciado por los modelos eléctricos, los EX30 (que está funcionando considerablemente bien a nivel europeo en su segmento) y el EX90 que al fin está llegando a sus primeros clientes. A nivel de seguridad activa, entre otros sistemas ADAS, se destaca el uso de una cámara frontal y sensores para evitar salidas del carril o de la carretera, actuando sobre los módulos de frenos y dirección. De esa manera se trata de prevenir posibles colisiones con peatones, ciclistas o animales de gran tamaño, como los típicos alces de Suecia.
En el interior la influencia de sus parientes eléctricos es aún más obvia, con una enorme pantalla táctil/tablet en la consola central con mayor resolución para acceder a las funciones del vehículo así como a las aplicaciones. El sistema de infoentretenimiento es el mismo, de manera que contará con actualizaciones Over the Air programadas en los próximos meses. Controles como el navegador, las llamadas o la radio están siempre con un toque de dedo, como en los Volvo eléctricos.
El híbrido enchufable es la protagonista en la versión T8
El híbrido enchufable es la protagonista en la versión T8, aunque Volvo ofrecerá también dos variantes Mild Hybrid, los B5 y B6.
La principal opción es el XC90 T8. Como híbrido enchufable que es, su carta de presentación es su capacidad de unir motor de combustión y eléctrico para ofrecer una autonomía de más de 800 km según cifras oficiales, así como más de 70 kilómetros en modo eléctrico – eso sí, cuando se queda sin batería, el consumo rondaría los 8,6 l/100 km. Ambos se pueden unir también a la hora de activar el modo off-road para sortear obstáculos o pendientes resbaladizas, o bien para disfrutar de la tracción permanente a las cuatro ruedas.
Versiones alternativas B5 y B6
Ahora bien, como opción alternativa, Volvo ofrece las variantes B5 y B6, en ambos casos con motores de gasolina microhibridados (lo que implica Etiqueta Eco en lugar de 0) con sistema de 48 V y un motor de arranque/generador para reducir consumo de combustible y emisiones de CO2. La producción de esta nueva generación del XC90 comenzará este mismo año, de manera que como regalo de reyes los primeros clientes tendrán los coches entregados.
Suspensión neumática para un extra de calidad de marcha
La comodidad y calidad de marcha viene sobre todo gracias a su suspensión, pudiendo adaptarse mecánicamente los cuatro amortiguadores de manera independiente. Ahora bien, de manera opcional se ofrece la suspensión neumática que trabaja con el chasis activo que se adapta a todo tipo de condiciones. Si hay que llevarlo por carretera y optimizar la aerodinámica, puede bajarse hasta en 20 milímetros. Por el contrario, para vadear terrenos off-road, puede elevarse hasta 40 milímetros – eso sí, no cuenta con los ángulos de ataque, ventral y salida propios de todoterrenos puros.