Los problemas sin fin de la Starliner de Boeing
Los problemas para la Starliner, la nave con la que Boeing pretendía ofrecer a la NASA una alternativa a las Crew Dragon de SpaceX, no parecen tener fin. No voy a repetir todo lo ocurrido desde el mes de junio, basta con recordar que la que debía ser la misión en la que la nave de Boeing obtendría la certificación para realizar este tipo de vuelos, se ha convertido en una pesadilla para el gigante de la industria aeronáutica y aeroespacial, que ha tenido que enfrentarse a fallos, retrasos, sobrecostes y más.
Hace poco más de una semana, después de una tensa espera, supimos finalmente que la Starliner volverá pronto a la Tierra… pero que lo hará sin sus tripulantes. Tanto la NASA como Boeing han antepuesto, por encima de todo, la seguridad de los mismos y, en vez de asumir el riesgo de traerlos de vuelta en una nave que no genera la confianza necesaria, han optado por un «plan de rescate» a varios meses vista, en el que retornarán a nuestro planeta en una Crew Dragon de SpaceX ya en 2025.
Ayer mismo reflexionaba sobre esta situación, y lo que puede suponer para Boeing. En la actualidad, la confianza en la Starliner está bastante lejos de encontrarse en su mejor momento, y que la seguridad haya impedido que sea el vehículo de vuelta de sus tripulantes, suma aún más puntos (negativos) en este sentido. Así, si la operación de retorno se completa con éxito, todavía puede haber cierto margen para la confianza, pero si se produjera alguna incidencia adicional, y especialmente si la Starliner acabara destruida en el proceso, casi podemos dar por seguro que sería el final del proyecto de Boeing.
El problema es que no dejan de aparecer problemas. Así, según podemos leer en DigitalTrends, ahora los astronautas han empezado a escuchar un sonido extraño en la Starliner. Y, efectivamente, en este caso extraño quiere decir que nadie ha sido capaz de identificar su razón de ser, lo que por razones obvias resulta de lo más preocupante. Tras escucharlo, el control de la misión lo definió como “una especie de ruido pulsante, casi como un pitido de sonar”.
Cabe confiar en que la combinación de los datos obtenidos de manera remota y el conocimiento de los equipos de ingeniería de la Starliner haga posible averiguar la razón de ser de este sonido extraño. Algo fundamental, claro, para decidir sobre el futuro inmediato de la nave. El problema es que, con la cantidad de cosas que ya han salido mal con ella, hay poco margen para ser optimistas en lo referido al origen y significado de ese sonido.
Imágenes: NASA