El gigante del chip tiene un importante as bajo la manga. El mánager de producto de Lenovo China ha comentado en Weibo que Intel está desarrollando una nueva GPU integrada de alto rendimiento para competir con AMD, y que esta será utilizada en sus procesadores de próxima generación, conocidos como Panther Lake.
La serie Panther Lake llegará después de Lunar Lake, y estarán orientados a portátiles premium ultraligeros y a equipos compactos de alto rendimiento. Todavía no hay una fecha de lanzamiento concretada, pero si Intel mantiene el ritmo de las generaciones anteriores su llegada debería producirse a finales de 2025, es decir, dentro de poco más de un año.
¿Por qué necesita Intel una súper GPU integrada?
Porque AMD está haciendo las cosas muy bien con sus APUs, especialmente con las GPUs integradas que montan este tipo de soluciones. El mejor ejemplo lo tenemos en la Radeon 890M, una gráfica integrada que es tan potente que puede superar el rendimiento de una tarjeta gráfica dedicada de gama baja como la GeForce GTX 1650.
También podemos ver esa ventaja que lleva AMD en el rendimiento que ofrecen las consolas equipadas con APUs Ryzen Z1 Extreme, como la ASUS ROG Ally, frente a otras configuradas con Intel Core Ultra 100, como la MSI Claw. Las GPUs Radeon rinden mejor que las Intel Arc en juegos, y esto es un obstáculo claro para que Intel pueda despegar en ese mercado.
Desarrollar una GPU integrada de alto rendimiento capaz de superar a las alternativas de AMD abriría a Intel muchas más puertas en el mercado de las consolas portátiles, y también reforzaría su posición en el mercado de los ordenadores portátiles y de los PCs compactos y de pequeño tamaño.
¿Cómo será ese nuevo núcleo gráfico de Intel?
Pues podría marcar un salto muy importante, y no solo a nivel de potencia, sino también a nivel de diseño y de arquitectura, porque en teoría estará basada en Xe3 «Celestial», la arquitectura que sucederá a Xe2 «Battlemage», que utilizarán los procesadores Intel Arrow Lake e Intel Lunar Lake.
Todavía es pronto para hablar de especificaciones y de tecnologías, pero se rumorea que esta nueva súper GPU integrada podría contar con 20 núcleos Xe3, lo que equivaldría a una configuración de 320 unidades de ejecución y un total de 2.560 shaders.
Para que podáis comparar, la GPU integrada del Intel Core Ultra 9-185, que es lo más potente que tiene Intel ahora mismo dentro de la generación Meteor Lake, cuenta con 1.024 shaders, lo que significa que estamos hablando de superar en más del doble la cantidad de shaders que tiene la Intel Arc Graphics 128EU, que es el núcleo gráfico integrado más potente de Intel actualmente.
Para mejorar todavía más el rendimiento de esa nueva GPU integrada Intel podría incorporar un bloque de caché L4, también conocida como caché Adamantina, de hasta 128 MB. Con este tipo de caché se podrían almacenar datos clave que la GPU necesita para trabajar, lo que reduciría la dependencia de la memoria RAM y permitiría generar grandes picos de ancho de banda.
Imágenes generadas con IA.