Impacto de los Viajes Internacionales en la Microbiota Intestinal
El año pasado, más de 1.300 millones de personas viajaron al extranjero, y según estimaciones de la ONU, la cifra en 2024 va camino de superarla. Aunque viajar tiene claros beneficios como el intercambio cultural, los negocios y el turismo, también puede ser un factor importante para la propagación de enfermedades infecciosas, ya que los microorganismos se desplazan a nuevas áreas geográficas. Esta relación causa-efecto se vio claramente con la pandemia de la covid-19 y es probable que siga siendo un problema en el futuro.
Uno de los problemas de salud más comunes entre los turistas es la conocida como diarrea del viajero, que está vinculada con la colonización y posterior transmisión de bacterias resistentes a antimicrobianos como los antibióticos. Aunque la colonización de estas bacterias puede ser transitoria y desaparecer una vez se vuelve al país de origen, pueden propagarse rápidamente y contribuir al aumento de resistencia antimicrobiana.
Estudios recientes sugieren que el estado de la microbiota intestinal –los microorganismos que viven en nuestro tracto gastrointestinal– juega un importante papel en la propensión a esta diarrea y la colonización por bacterias con resistencia antibiótica durante los viajes. Concretamente, se ha observado que una falta de diversidad en la microbiota intestinal se asocia con enfermedades, mientras que una microbiota saludable y diversa está relacionada con un mejor estado de salud.
Cambios en la Microbiota Intestinal
En relación con estas observaciones, el grupo de investigación de las infecciones comunitarias y relacionadas con la atención sanitaria del Instituto de Investigación e Innovación Parc Taulí (I3PT) ha participado en un estudio con el Instituto de Investigación San Juan de Dios (IRSJD) para determinar si viajar y exponerse a nuevas personas, tradiciones, culturas y alimentos desconocidos puede cambiar la microbiota intestinal y su diversidad.
“El objetivo del estudio es evaluar si la composición de la microbiota intestinal en adultos generalmente saludables puede verse afectada por estancias prolongadas en países no europeos y examinar qué microorganismos están más involucrados y cómo se comportan”, explica Víctor Monsálvez, médico del Servei de Enfermedades Infecciosas del Parc Taulí e investigador del grupo.
Análisis en Dos Grupos
Para ello, se analizaron dos grupos prospectivos. El primero era un grupo que incluía a viajeros que tenían previsto marcharse al extranjero durante más de tres meses. Estos participantes proporcionaron muestras fecales antes y después de sus viajes internacionales para evaluar posibles cambios en la microbiota.
El segundo grupo lo conformaban viajeros que habían regresado el mes anterior después de una larga estancia en un país no europeo, migrantes procedentes de países no europeos y un grupo de individuos que no habían viajado el año anterior. Todos estos participantes proporcionaron una única muestra fecal y se comparó la microbiota intestinal de aquellas personas que habían viajado con la de quienes no lo habían hecho.
En el primer grupo, se observó una tendencia hacia una mayor diversidad bacteriana después del viaje. En el segundo grupo, después de comparar viajeros/migrantes con no viajeros, se confirmó una mayor diversidad en la microbiota de los primeros, especialmente en aquellos viajeros de áreas rurales poco industrializadas.
Así, el estudio muestra que los viajes internacionales influyen en la composición de la microbiota intestinal y que este impacto puede variar según la historia epidemiológica del viajero, su destino y condiciones de salud subyacentes. “Eso es importante porque una microbiota diversa y resistente es clave para una buena salud, y comprender cómo los viajes le afectan podría ayudar a diseñar mejores estrategias preventivas, como el uso de probióticos o cambios en la dieta para promover una microbiota saludable antes y después de viajar”, concluye Monsálvez.