España tendrá el mayor aumento de muertes por calor en 2100



En un reciente estudio realizado por expertos en climatología y salud pública, se ha revelado que España se encuentra en una posición alarmante en cuanto a los pronósticos de muertes relacionadas con el calor extremo para el año 2100. La investigación, que abarca una amplia gama de factores como el cambio climático, las olas de calor y la vulnerabilidad de la población, indica que el país ibérico podría registrar el mayor aumento de mortalidad por calor en toda Europa.


Impacto del Cambio Climático



El cambio climático es uno de los principales motores detrás de este preocupante pronóstico. Con el aumento continuo de las temperaturas globales, las olas de calor se están volviendo más frecuentes, intensas y duraderas. España, conocida por sus veranos calurosos, podría enfrentar un escenario en el que estas condiciones extremas se conviertan en una norma más que en una excepción.


Vulnerabilidad de la Población



Otro factor crucial es la vulnerabilidad de la población española. Con una de las mayores esperanzas de vida del mundo, España también cuenta con una población envejecida, lo que la hace más susceptible a los efectos adversos del calor extremo. Los ancianos, junto con otros grupos vulnerables como los niños y las personas con enfermedades crónicas, corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves, incluidas las muertes relacionadas con el calor.


Infraestructura y Recursos



La infraestructura y los recursos disponibles también juegan un papel significativo en la capacidad del país para afrontar las olas de calor. Aunque España cuenta con sistemas de salud bien desarrollados, la creciente demanda de atención médica durante los períodos de calor extremo podría abrumar estos recursos. Además, la necesidad de adaptar las infraestructuras urbanas para hacer frente a las altas temperaturas se convierte en un desafío crucial.


Medidas de Mitigación



Para contrarrestar este sombrío escenario, es esencial que se implementen medidas de mitigación y adaptación. Entre las estrategias recomendadas se incluyen la mejora de los sistemas de alerta temprana, la promoción de prácticas de construcción sostenibles y la inversión en espacios verdes urbanos para reducir el efecto de isla de calor. Además, es crucial educar a la población sobre los riesgos del calor extremo y las medidas preventivas que pueden tomar para protegerse.


Políticas Públicas



Las políticas públicas también jugarán un papel vital en la lucha contra el aumento de muertes por calor. Los gobiernos locales y nacionales deben priorizar la implementación de planes de acción climática que aborden específicamente la salud pública. Esto incluye no solo la preparación y respuesta ante emergencias, sino también la promoción de políticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y fomenten la sostenibilidad ambiental.


Investigación y Desarrollo



La investigación y el desarrollo continúan siendo fundamentales para comprender mejor los impactos del cambio climático en la salud y desarrollar soluciones innovadoras. La colaboración entre científicos, profesionales de la salud y formuladores de políticas es crucial para crear estrategias efectivas que protejan a la población. Además, es esencial que se destinen fondos adecuados para apoyar la investigación en áreas críticas como la climatología, la salud pública y la ingeniería ambiental.


Conclusión



El estudio que predice un aumento significativo de las muertes por calor en España para el año 2100 sirve como una llamada de atención urgente. Con el cambio climático exacerbando las condiciones de calor extremo y una población vulnerable en riesgo, es imperativo que se tomen medidas inmediatas y efectivas. La colaboración entre el gobierno, la comunidad científica y la sociedad en general será esencial para mitigar estos riesgos y proteger la salud y el bienestar de las futuras generaciones.


España tendrá el mayor aumento de muertes por calor en 2100

Primer estudio detallado sobre mortalidad por temperaturas en Europa

El primer estudio de modelización que calcula los fallecimientos actuales y futuros por temperaturas cálidas y frías en Europa sugiere que las disparidades regionales entre los adultos aumentarán debido al cambio climático y al envejecimiento de la población.

En la actualidad, en Europa mueren unas ocho veces más personas de frío que de calor, pero se prevé que esta proporción disminuya mucho a finales de siglo. Aunque se pronostica un ligero descenso de las muertes por frío de aquí a 2100, las defunciones por calor aumentarán, sobre todo en las regiones meridionales. Las zonas más afectadas serán España, Italia, Grecia y partes de Francia.

Los autores afirman que los resultados podrían servir de base para elaborar políticas que protejan a las zonas y personas más vulnerables de los efectos del frío y el calor. Sin embargo, no han analizado qué pautas se recomiendan para proteger a las poblaciones más vulnerables.

“Se trata de una cuestión fundamental, pero va más allá del ámbito del artículo, dado que nuestro estudio no analiza medidas específicas de política para reducir los riesgos”, explica a SINC Juan Carlos Ciscar Martínez, uno de los investigadores del estudio que trabaja en el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea.

Un aumento drástico de muertes por calor

El estudio calcula que las temperaturas cálidas y frías provocan actualmente 407.538 fallecimientos al año en toda Europa, de los cuales 363.809 están relacionados con el frío, mientras que se estiman 43.729 muertes por calor.

No obstante, en los últimos años Europa ha experimentado algunos de sus veranos más calurosos, que han coincidido con elevadas tasas de mortalidad. Las personas mayores corren un mayor riesgo de muerte por temperaturas extremas, y se prevé que el número de personas que llegan a la vejez aumente con el tiempo.

En conjunto, con un calentamiento global de 3 ºC [una estimación máxima basada en las políticas climáticas actuales] el número de muertes relacionadas con el calor en el continente podría aumentar de 43.729 a 128.809 a finales de siglo. En el mismo escenario, las muertes atribuidas al frío seguirían siendo elevadas, pero con un ligero descenso de 363.809 a 333.703 para 2100.

Con estas previsiones, se prevé que las defunciones relacionadas con la temperatura aumenten un 13,5 %, lo que provocará 55.000 muertes más cada año, impulsadas por un aumento de estas por calor. La mayoría de los decesos se producirán entre personas mayores de 85 años.

“Nuestro análisis revela que la proporción de muertes por frío y calor cambiará drásticamente a lo largo de este siglo, con un aumento de las atribuidas al calor en todas las partes de Europa y un repunte en algunas zonas”, añade Ciscar Martínez. “Nuestro estudio examina más de 1.000 regiones de 30 países, lo que permite identificar los puntos calientes en los que la población se verá más afectada en el futuro”, apunta.

Los datos para España

Se estima que las muertes relacionadas con el calor aumentarán en todas las regiones de Europa bajo un calentamiento de 3 ºC, con un fuerte aumento de las tasas de mortalidad, triplicando la tasa media en toda Europa hasta situarse entre 2 y 117 muertes por cada 100.000 habitantes en todos los países europeos.

En España, se proyecta un aumento significativo en las muertes por calor en todo el territorio, que podrían aumentar de 4.414 a 20.194 por cada 100.000 personas para el año 2100 bajo este escenario de 3 ºC, lo que supone el mayor crecimiento de los países más vulnerables.

Las regiones del sur serán particularmente vulnerables debido a las altas temperaturas y la creciente población de personas mayores. También se resaltan las ciudades grandes y densamente pobladas. Así, lugares como Madrid y Barcelona podrían enfrentar mayores riesgos debido al efecto de isla de calor urbana.

Los autores reconocen algunas limitaciones. Sus resultados se basan en datos de habitantes de zonas urbanas (que suelen sufrir más estrés térmico, sobre todo calor, que los de zonas rurales), lo que significa que las estimaciones pueden ser ligeramente exageradas. Por último, las cifras tampoco tienen en cuenta el sexo, la etnia o los efectos en los lactantes (otro grupo vulnerable).

Referencia:

David García León et al. Temperature-related mortality burden and projected change in 1368 European regions: a modelling study. The Lancet Public Health (2024)

Fuente: SINC

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