Windows 11 ha dado de qué hablar nuevamente y, sorprendentemente, no es por sus características o mejoras, sino por una problemática que ha surgido con su última actualización. Al parecer, una vez más, los usuarios de este sistema operativo se ven enfrentados a la difícil decisión de renunciar a lo que la actualización ofrece, o instalarla y enfrentar las posibles consecuencias negativas que pueda traer.
Este caso se refiere a la importante actualización del patch Tuesday de agosto, una actualización mensual que Microsoft publica para solucionar problemas de seguridad en Windows 11 y otras versiones del sistema operativo. Esta actualización se considera una de las más importantes, no sólo por su contenido, sino también porque la simple publicación de la misma puede ser usada para obtener información explotable sobre los problemas de seguridad que intenta solucionar.
Dentro de las funciones de este patch Tuesday, encontramos una actualización del Secure Boot Advanced Targeting (SBAT), que tiene como objetivo solucionar una vulnerabilidad, la CVE-2022-2601, de GRUB2, uno de los cargadores más populares de Linux. Este es una herramienta que se utiliza frecuentemente para configurar sistemas con arranque dual, generalmente Windows y una distribución de Linux. Los cargadores juegan un papel clave, ya que son los responsables de ofrecer al usuario la opción de acceder al sistema operativo que prefiera en cada arranque del sistema.
Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones, Microsoft parece haber tropezado en su intento de resolver un problema conocido, y en su lugar, ha provocado otro. Según se informa en Bleeping Computer, el patch Tuesday de agosto para Windows 11 ha causado que el arranque dual de sistemas con Windows y múltiples distros de Linux se «rompa». Hasta ahora, se han reportado casos de usuarios afectados de Ubuntu, Linux Mint, Zorin y Puppy Linux, entre otros. Los usuarios informan que desde que instalaron esta actualización, les resulta imposible acceder a Linux, ya que se muestra un mensaje de error, y en algunos casos incluso el sistema se reinicia.
Afortunadamente, los usuarios han encontrado una solución temporal a este problema. Dicha solución consiste en desactivar el arranque seguro, reinstalar la versión de Linux afectada por la actualización de Windows 11, reconfigurar el cargador y, una vez completado este proceso, volver a activar el arranque seguro. Sin embargo, si no se realiza este último paso, tampoco será posible acceder a Windows, debido a sus ya conocidos requisitos en este sentido.
Este incidente resalta la importancia de tener precaución al instalar actualizaciones importantes, en especial cuando se tiene un sistema con arranque dual. Aunque las actualizaciones están diseñadas para mejorar y resolver problemas, en ocasiones pueden causar más problemas de los que resuelven. Aunque los usuarios han encontrado una solución temporal, se espera que Microsoft responda a este problema y proporcione una solución permanente, para evitar que los usuarios tengan que tomar medidas extremas para poder usar su sistema operativo de preferencia.
En el mundo de la tecnología, donde la seguridad es una prioridad, este incidente sirve como un recordatorio de que incluso las empresas más grandes y los sistemas operativos más populares no están exentos de errores y problemas. A pesar de los contratiempos, los usuarios de Windows y Linux continúan buscando soluciones y compartiendo su conocimiento para superar estos desafíos, demostrando una vez más la resiliencia y la dedicación de la comunidad tecnológica.