El Ministerio del Trabajo anunció el martes el inicio de los diálogos tripartitos que servirán de insumo para la elaboración del proyecto de ley de negociación colectiva ramal, o multinivel como el gobierno lo denomina. Se esperaba la participación del Ejecutivo, los trabajadores, representados por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), y la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), en representación del gran empresariado.
No obstante, en la primera jornada del encuentro estuvieron presentes representantes del gobierno, de la CUT y como invitado, el director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el Cono Sur de América Latina, Fabio Bertranou, pero la CPC no asistió.
Ricardo Mewes, el presidente de la CPC, explicó que se abstendrán de participar en estos encuentros. «Consideramos que no es una buena política pública la que se está proponiendo. Tendrá un efecto negativo para el empleo y afectará principalmente a las pequeñas y medianas empresas, porque las grandes empresas ya negocian colectivamente», sostuvo Mewes.
Esta decisión altera la dinámica de la mesa convocada por el gobierno, que ya no será tripartita, ya que le faltará la presencia de este actor relevante para la discusión. Esto contrasta con el proceso para la elaboración del proyecto de ley de la jornada laboral de 40 horas semanales, donde hubo trabajo consensuado con representantes de los trabajadores y de los empresarios.
Mewes afirmó que habló con la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, el lunes por la noche, informándole que no iban a ser parte de estas conversaciones. Esperarán el ingreso del proyecto al Congreso para presentar sus argumentos e explicar por qué no consideran que sea una buena medida.
«La ministra ha dicho que el proyecto ingresará en octubre, y por lo mismo no tiene sentido participar de algo que ya está prácticamente listo», expresó Mewes. Este proyecto de ley es un acuerdo entre el gobierno y la CUT, firmado a fines de mayo.
Este compromiso se selló en el marco de la última negociación por salario mínimo, donde el Ejecutivo se comprometió con la CUT a ingresar un proyecto de ley sobre la materia, en el último trimestre de este año. El presidente Gabriel Boric expresó este compromiso en su cuenta pública del 1 de junio de este año.
Para Mewes, el problema actual del mercado laboral no es la negociación ramal, a la que califica como «una idea antigua», sino que es «de generación de empleo, informalidad laboral, productividad, capacitación para nuevas tecnologías». Enfatizó que «la agenda que tiene la CPC es distinta».
La CPC cree que una negociación ramal haría más rígida la relación entre los trabajadores y sus empresas, afectando «la empleabilidad, la productividad y la formalidad». Las seis ramas que integran el gran empresariado apoyan la postura de Mewes de abstenerse de participar de esta instancia y prefieren esperar la discusión en el Congreso.
El Ministerio del Trabajo respondió que «el proceso de los diálogos recién comienza y vienen más audiencias. La instancia, por lo tanto, está abierta y serán invitadas organizaciones empresariales como la CPC y sus ramas, así como las nueve organizaciones de micro, pequeñas y medianas empresas, entre ellas Conupia, Conapyme, Asexma, Multigremial».
De lo que se conoce de la idea que pretende impulsar el Ejecutivo, la propuesta buscará fijar pisos por sector productivo en materias como seguridad laboral, salud y jornada laboral, entre otras temáticas. La idea es que su implementación sea gradual, puesto que hay sectores más preparados para una negociación colectiva ramal, que tienen sindicatos más consolidados y representativos, y con empleadores que están bien organizados. Los sectores de la minería, el comercio y los bancos son ejemplos de esto.