El 1 de agosto, en Incheon, un área metropolitana de Seúl, un incidente alarmante tuvo lugar que ha puesto en el centro de atención a los vehículos eléctricos. Un incendio en un garaje resultó en la evacuación de 800 residentes y hospitalizó a 23 personas, incluyendo a un bombero. Entre los daños materiales, se registraron 40 coches completamente destruidos y otros 100 dañados. Este incidente fue capturado por una cámara de seguridad, que mostró cómo un vehículo eléctrico empezó a emitir una densa humareda blanca antes de explotar y comenzar a incendiarse.
A medida que se desarrollan las investigaciones para determinar las causas del incendio, las autoridades han comenzado a tomar medidas drásticas. Una de estas medidas incluye la prohibición de acceso a garajes subterráneos de coches eléctricos con más del 90% de la carga. Esta es una iniciativa del gobierno de Seúl, que ya ha emitido la recomendación y ha iniciado los trámites para hacer cumplir la prohibición a los vehículos eléctricos cuyas baterías estén casi completamente cargadas.
Según un comunicado emitido por el ayuntamiento de Seúl, la prohibición se debe a la necesidad de «prevenir la sobrecarga excesiva cercana a la carga completa», que considera como «una de las principales causas de incendios en vehículos eléctricos». Este incidente ha generado preocupación entre los ciudadanos y ha llevado a las autoridades surcoreanas a tomar medidas drásticas.
La prohibición del acceso a garajes subterráneos de coches eléctricos con más del 90% de carga es una medida notable tomada debido a la preocupación causada por el incendio. Sin embargo, no es la única medida que se está implementando. Seúl también ha obligado a los fabricantes de automóviles a publicar el proveedor de la batería de cada uno de sus vehículos eléctricos. A pesar de estas acciones, las autoridades coreanas no han mencionado ningún estudio que respalde su afirmación de que una batería cercana a una carga completa tiene un mayor riesgo de incendio que una batería con menor carga.
La prohibición, que depende de los conductores para su implementación, es solo el comienzo. El propio ayuntamiento de Seúl ya ha admitido que «es difícil realizar una verificación continua para asegurar que se aplique la restricción de carga al 90%». Por esta razón, ya han propuesto varias medidas que afectan a la infraestructura de carga de la ciudad y a los fabricantes de coches eléctricos.
Entre las medidas propuestas, Seúl ha pedido a los fabricantes que permitan a sus clientes limitar la carga máxima de sus coches. Además, han propuesto que esta limitación no solo resida en la configuración del sistema eléctrico de cada coche, sino también que pueda incorporarse de fábrica. Según el comunicado del ayuntamiento, «Se planea emitir un certificado de limitación de carga que indique que el fabricante ha aplicado una restricción de carga del 90% al vehículo».
Además, se revisarán las normas de gestión de viviendas colectivas antes de finales de septiembre para hacer efectiva la prohibición. También planean restringir la carga máxima al 80% en los cargadores rápidos de explotación pública que se operan en Seúl y extender esta restricción a los operadores privados. Asimismo, se ha anunciado un aumento de las inspecciones de emergencia y las inspecciones sin previo aviso para garantizar el cumplimiento de estas y otras normas en las instalaciones de carga de vehículos eléctricos.
Los fabricantes de automóviles eléctricos han comenzado a acatar el requisito de comunicar el proveedor de las baterías que emplean cada uno de sus coches eléctricos. A pesar de haber mostrado inicialmente resistencia a esta medida, los fabricantes han comenzado a publicar los nombres de sus proveedores en sus páginas web oficiales en Corea del Sur.
Además, los fabricantes han iniciado diferentes campañas para comunicar cuán seguros son sus automóviles eléctricos, así como para aumentar los descuentos en sus vehículos eléctricos y tratar de contrarrestar una posible disminución en la demanda de vehículos eléctricos debido a la repercusión del incendio.
Cabe recordar que, independientemente del porcentaje de carga máxima de las baterías de un vehículo eléctrico, estos ya emplean sistemas de seguridad diseñados no solo para evitar una sobrecarga y el riesgo de incendio, sino también para ajustar la potencia de carga a lo largo del proceso para proteger los componentes del vehículo.