La diputada Camila Flores (RN) se encontró en medio de la controversia tras la visita que realizó a Patricio Maturana, un ex capitán de Carabineros actualmente recluido en el Centro Penitenciario de Molina, en la Región del Maule, donde cumple una pena de 12 años de prisión. Maturana fue condenado por el delito de apremios ilegítimos con resultado de lesiones gravísimas contra la actual senadora Fabiola Campillai.
Este incidente ocurrió en noviembre de 2019, durante el periodo de estallido social en Chile. Sin embargo, la visita de Flores a Maturana no fue realizada en solitario; estuvo acompañada por la hermana del ex capitán, Karina Maturana, y el consejero regional de Valparaíso y esposo de la parlamentaria, Percy Marín.
Flores, en un video que registró su visita, expresó su apoyo al ex funcionario policial y describió su condena como “injusta”. «Estuvimos con Patricio Maturana, un hombre valiente, con una resiliencia impresionante», manifestó la legisladora de oposición. Según su percepción, las pruebas presentadas contra Maturana durante el juicio fueron «poco serias e infundadas».
Flores describió el incidente ocurrido en noviembre de 2019 como una “situación desafortunada”. Según ella, Maturana no tenía la intención de causar daño y simplemente se encontraba en el lugar y momento equivocado.
Este acto de la diputada generó indignación entre sus opositores. La diputada Carmen Hertz (PC) denunció a Flores ante la Comisión de Ética de la Cámara Baja. Hertz argumentó que la visita de Flores a Maturana, quien fue condenado por mutilar y cegar a la senadora Campillai, constituye una violación a los deberes y al orden nacional e internacional de los derechos fundamentales de las personas.
Camila Flores respondió a la denuncia de Hertz en Twitter, declarando que no cedería ante las amenazas y presiones de la ultraizquierda. En su defensa, Flores alegó que los derechos humanos deben valer para todos, incluidos los Carabineros como Maturana. Ella terminó su respuesta aseverando que las acciones de Hertz no la intimidan, sino que, por el contrario, le indican que su camino es el correcto.
La visita de Flores a Maturana no solo pone de relieve las tensiones políticas en el país, sino que también plantea cuestiones sobre el papel de los legisladores y su relación con la justicia y los derechos humanos. La reacción de la diputada Hertz ilustra la división entre los que ven a Maturana como un criminal y los que, como Flores, lo ven como una víctima de una justicia sesgada.
La controversia en torno a este episodio es un recordatorio de las heridas aún abiertas en la sociedad chilena tras el estallido social de 2019. La visita de Flores a Maturana y su posterior defensa de él han avivado el debate sobre la justicia, los derechos humanos y el papel de las fuerzas del orden durante este periodo turbulento en la historia de Chile.