El presidente chileno, Gabriel Boric, ha expresado una contundente respuesta a aquellos que han criticado la gestión de su gobierno en materia de seguridad. En un discurso pronunciado en Quirihue, en la Región de Ñuble, Boric se dirigió a sus detractores, entre los que se encontraba la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, quien había pedido al presidente asumir un liderazgo más firme en la coordinación de la política de acción criminal.
Vodanovic afirmó que las continuas reuniones sobre seguridad estaban dejando a todos agotados, y sugirió que se necesitaban acciones más directas. En respuesta, Boric explicó que el gobierno no necesitaba «creatividad de última hora» ni «improvisación», sino «dirección firme y convicción». Defendió que eso era precisamente lo que su administración estaba haciendo, en particular el Ministerio del Interior, liderado por Carolina Tohá.
Durante su intervención, Boric inauguró la Quinta Comisaría de Quirihue junto a la ministra del Interior, Carolina Tohá; el gobernador de la región de Ñuble, Óscar Crisóstomo; el delegado presidencial regional, Rodrigo García; el alcalde de Quirihue, Richard Irribarra; y el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez.
Rebató las críticas no sólo provenientes de la oposición, sino también de su propio oficialismo, en relación a la crisis de seguridad que se vive en el país. Boric aseveró que los verdaderos adversarios no eran sus colegas políticos, sino los delincuentes. En sus palabras, «A mí no me interesa pelearme ni con la UDI, ni con algún senador, ni con alguien que se le ocurra la última idea. Me interesa pelearme con los delincuentes. Con ellos estoy peleado. A ellos vamos a combatir”.
Además, el presidente rechazó la idea de que alguien pueda beneficiarse políticamente de la situación actual, diciendo: “Si alguien quiere sacar provecho político de corto plazo, que pelee solo. A mí no me va a encontrar”.
Estas declaraciones de Boric se producen tras una serie de críticas provenientes de su propio sector político. La más severa fue la de la senadora y presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, quien instó a Boric a liderar la política contra el crimen organizado.
Vodanovic respaldó una propuesta del exministro de Justicia, José Antonio Gómez, quien sugirió que el presidente debería asumir un papel más activo en la coordinación de todas las instituciones del país para luchar contra el crimen organizado. En sus palabras, “Él ha propuesto que ese rol lo asuma el Presidente de la República, que sea el Presidente el que se siente y coordine a toda la institucionalidad del país para dar un combate severo al crimen organizado”, añadiendo que se deberían incluir medidas concretas.
La ministra vocera, Camila Vallejo (PC), respondió a las declaraciones de Vodanovic, argumentando que el gobierno ha comunicado a los partidos políticos cómo se ha abordado el tema de la seguridad y que no existen soluciones mágicas que puedan tener resultados inmediatos.
Por su parte, Vodanovic defendió que su intención no era que el Presidente encabezara las reuniones, sino que dirigiera la política contra la acción criminal, reiterando su cansancio por las constantes reuniones.
Desde la oposición, especialmente la Unión Demócrata Independiente (UDI), se ha criticado al gobierno por su supuesta incapacidad de gestión en materia de seguridad.
En cuanto a las críticas recibidas, la ministra Vallejo manifestó que “esperaría que el oficialismo tenga más sentido de responsabilidad respecto a las estrategias”. En una conversación con 24 Horas, Vallejo añadió que «es ella (Vodanovic) la que tiene que aclarar de qué se trata su propuesta».
Finalmente, Vodanovic se refirió nuevamente a la declaración que hizo el día anterior, explicando que su propuesta de reforma constitucional, elaborada por la comisión de Seguridad del Senado, otorgaría al presidente mayores facultades de coordinación interinstitucional.