En una era en la que los vehículos eléctricos están ganando terreno, la firma automovilística japonesa Toyota ha decidido dar un giro revolucionario al mercado de los motores térmicos. En lugar de seguir la tendencia de un futuro 100% eléctrico, Toyota está apostando por una nueva generación de motores de gasolina que prometen transformar el panorama automotriz.
Con la introducción de una familia de motores de gasolina de 1,5 y 2 litros, Toyota se dispone a ofrecer una potencia impresionante, destacando la posibilidad de un motor 2.0 Turbo capaz de desarrollar 600 CV en su configuración más deportiva. Este audaz movimiento indica claramente que el gigante automovilístico japonés no se inclina por un futuro completamente eléctrico, sino que pretende mantener vivo el legado de los motores de combustión interna.
Además, Toyota ha alcanzado un acuerdo de colaboración con Mazda y Subaru para continuar el desarrollo de motores térmicos. Esta estrategia podría garantizar que los motores de gasolina sigan alimentando los vehículos Toyota mucho más allá de 2035. Aunque Toyota reconoce la importancia de los vehículos eléctricos en el futuro del transporte, la compañía no los ve como el único protagonista.
En lugar de centrarse únicamente en la electrificación, Toyota está impulsando el desarrollo de una nueva generación de motores de gasolina que impulsarán a la mayoría de sus vehículos en la próxima década. Este enfoque permite a Toyota mantener una diversidad de opciones para los consumidores, ofreciendo tanto vehículos eléctricos como vehículos de gasolina de alto rendimiento.
Toyota está trabajando en dos motores de gasolina de cuatro cilindros con 1,5 y 2 litros. Estos nuevos motores comparten tecnologías y diseño, y pueden integrarse en esquemas híbridos si es necesario. No sólo ofrecerán una eficiencia de combustible y una reducción de emisiones sin precedentes, sino que también prometen un rendimiento excepcional.
El nuevo motor 2.0 Turbo de Toyota será fabricado en varias versiones, desde una versión estándar de 300 CV y 400 Nm, hasta una versión de alto rendimiento con 400 CV y 550 Nm, y finalmente una especificación para carreras de 600 CV. Esta amplia gama de opciones de potencia señala la versatilidad y el potencial de rendimiento de la nueva arquitectura mecánica de Toyota.
El lanzamiento del nuevo motor de dos litros está previsto para 2026. Este propulsor podría convertirse en el corazón de deportivos como los nuevos MR2 o Celica, modelos icónicos de Toyota que se rumorea podrían regresar de la mano de Gazoo Racing. Además, el motor será compatible con una transmisión manual de 6 relaciones o el cambio automático DAT de 8 relaciones.
Por último, Toyota no descarta la idea de incorporar un esquema híbrido deportivo en sus vehículos para rendir homenaje a su palmarés en competición. Este enfoque permite a Toyota explorar la fusión de la eficiencia y la potencia, ofreciendo a los conductores la velocidad y el rendimiento que desean, sin comprometer la sostenibilidad y la eficiencia del combustible.
Para finalizar, la decisión de Toyota de seguir invirtiendo en motores de gasolina mientras se exploran opciones eléctricas e híbridas refleja las complejidades y los matices de la transición hacia una movilidad más sostenible. Aunque el futuro puede ser eléctrico, los motores de gasolina todavía tienen mucho que ofrecer.