El pasado sábado, la Asociación de Médicos de la India (IMA, por sus iniciales en inglés), la coalición más grande de profesionales de la salud del país, inició una huelga nacional que paralizó los servicios médicos no esenciales en todo el país desde la primera hora de la mañana. La huelga se originó como una protesta contra la violación y asesinato de una médica residente en el este de la India, lo que ha provocado una ola de indignación y consternación en todo el país.
La IMA anunció en un comunicado que la interrupción de los servicios se mantendría durante 24 horas en todos los sectores y lugares de trabajo. Sin embargo, se aclaró que «las emergencias permanecerán en funcionamiento».
Miles de médicos respondieron al llamamiento y cesaron toda actividad desde las 6:00 hora local (00:30 GMT), según reportaron varios medios de comunicación indios. Durante el día, se esperaba que se realizaran protestas multitudinarias en varias ciudades del país. Algunas de estas protestas ya habían comenzado en Nueva Delhi, donde un grupo considerable de médicos, ataviados con batas, realizó una sentada frente al hospital RML.
Según el medio local NDTV, todos los hospitales públicos y privados del estado oriental de Jharkhand se adscribieron a la huelga. Se informó de parones similares en otros lugares como la ciudad sureña de Chennai, en Tamil Nadu, y en el estado nororiental de Assam, donde también se habían convocado protestas.
La huelga de la IMA se sumó a la que ya había sido declarada el jueves por la Federación de Asociaciones de Doctores Residentes de la India (FORDA, por sus siglas en inglés). Ambas huelgas subrayan la indignación y la frustración de la comunidad médica ante la violencia y la inseguridad que afrontan.
En el centro de las protestas se encuentra la violación y asesinato de una médica residente en la ciudad de Calcuta, capital de Bengala Occidental, donde trabajaba. La muerte de la doctora fue inicialmente informada como un suicidio. Sin embargo, la sospecha de que más de una persona podría haber participado en el crimen ha provocado una gran indignación entre los médicos y ha aumentado la presión de la opinión pública, los tribunales y las principales agencias de investigación.
La IMA solicitó en su comunicado «una investigación meticulosa y profesional del delito». Asimismo, pidió que se aumentaran los protocolos de seguridad en los hospitales al mismo nivel que los aeropuertos, que se pusiera fin a las jornadas de trabajo de 36 horas, que la víctima estaba cumpliendo en el momento de su muerte, y que se garantizara un espacio seguro para que los médicos pudieran descansar.
La violencia sexual contra las mujeres en India es un problema persistente y a menudo provoca la reacción de una parte de la sociedad que exige más medidas para garantizar la seguridad de las mujeres frente a un problema tan complejo.
El último informe de crímenes de la India, que corresponde a 2022, registró 31.500 casos de violación solo en ese año, lo que equivale a aproximadamente 86 por día. La frecuencia y gravedad de estos delitos, junto con la percepción de impunidad para los perpetradores, ha alimentado una creciente demanda de justicia y cambio en todo el país.