El reciente escenario político en la región de Atacama, Chile, ha sido marcado por la renuncia del Delegado Presidencial Regional (DPR), Luis Pino Palacios, miembro del Partido Radical (PR), y la posterior designación de Rodrigo Illanes Naranjo, militante del Frente Amplio, como su sucesor. Este cambio ha desencadenado críticas vehementes tanto por parte del PR como de la coalición opositora, Chile Vamos.
Illanes es el cuarto delegado designado durante la presidencia de Gabriel Boric, siguiendo la salida de Gerardo Tapia en octubre de 2022, después de una acusación de abuso sexual contra su jefe de Gabinete, y la renuncia por razones personales de Cristhian Fuentes en diciembre de 2023.
El PR, como miembro del Socialismo Democrático, ha expresado su profundo descontento con la decisión de La Moneda, la sede de la presidencia. En un comunicado oficial, denunciaron que el nombramiento de Illanes en un año electoral es «lamentable y repudiable» y acusaron al conglomerado de la alianza de gobierno de favorecer los intereses particulares, comprometiendo la imparcialidad y equidad en la representación regional.
Illanes, quien antes de su nombramiento era jefe de Planificación del Gobierno Regional de Atacama, es visto por el PR como un producto de una «persecución política incesante» contra sus delegados. Acusan al Gobierno de ceder a las presiones de figuras políticas como el diputado Juan Rubén Santana, el gobernador regional Miguel Vargas y el alcalde de Copiapó Marcos López, «sólo porque el delegado Luis Pino no accedió a realizar intervencionismo electoral a favor de sus candidaturas».
Por su parte, la coalición Chile Vamos, que incluye a la UDI, RN y Evopoli, también ha manifestado su rechazo al cambio de mando en Atacama. En un comunicado, pidieron al Presidente Boric que cese su «actuación caprichosa» y que deje de ceder a las presiones políticas del oficialismo. Calificaron el nombramiento de Illanes como una falta de respeto hacia los habitantes de Atacama y criticaron la decisión como un acto de «castigo» para la región.
Chile Vamos también instó a los ciudadanos a recordar estas decisiones en las próximas elecciones, insinuando que el manejo del gobierno en Atacama refleja una incapacidad para abordar los conflictos políticos y satisfacer las necesidades regionales.
Frente a las críticas, hasta el momento, el Gobierno y las autoridades emplazadas no han emitido comentarios adicionales, dejando en suspenso la reacción a la creciente polémica sobre el nuevo nombramiento.
El lunes 12 de agosto, en conversación con la radio Nostálgica de Copiapó, Illanes destacó la importancia de mantener la unidad del conglomerado oficialista, de cara a las elecciones municipales y regionales del 27 de octubre, «para dar garantías de un proceso eleccionario de alta calidad». Reveló que ese mismo día sostuvo una reunión con el gobernador Vargas y el alcalde López para conversar sobre los temas que preocupan a la región. Sin embargo, este llamado a la unidad se produce en un contexto de agitación y controversia, con el futuro político de la región de Atacama en juego.