El fulgor del fútbol europeo se está volcando hacia la figura de Ademola Olajade Alade Aylola Lookman, mejor conocido como Mola Lookman, un jovén y talentoso delantero de origen nigeriano que con su audaz juego, ha dejado una huella indeleble en el Atalanta italiano.
Nacido en Londres en 1997, Lookman ha cosechado una reputación inolvidable en la historia del club de Bérgamo, siendo su triplete en la final de la Europa League contra el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso el punto culminante de su carrera hasta ahora. Ese día, Lookman, se convirtió en la pesadilla del acorazado alemán, perforando con tres letales púas el corazón del (casi) invencible campeón de la Bundesliga sobre el césped del Dublin Arena. Un logro que ha fijado su nombre en la historia del club y, hoy, le otorga una nueva cita con la historia frente al Real Madrid en la Supercopa de Europa que se disputará en el Estadio Nacional de Varsovia.
Lookman aterrizó en Italia hace dos veranos, tras un traspaso de nueve millones de euros desde el Leipzig alemán. Desde entonces, ha acumulado 32 goles y 18 asistencias en 78 partidos, incluyendo 17 y 10 respectivamente en los 45 partidos de la temporada pasada. Su éxito puede atribuirse en gran medida al técnico Gian Piero Gasperini, un hombre clave en su desarrollo futbolístico.
«Mis primeras conversaciones con él me hicieron ver el fútbol de una manera muy diferente. Simplificó las cosas y me permitió jugar a mi manera desde una perspectiva diferente. Le estoy muy agradecido», dijo Lookman.
Desafortunadamente, la carrera de Lookman no ha estado exenta de desafíos. La grave lesión de Gianluca Scamacca y la inminente marcha a la Juventus de Teun Koopmeiners han dejado a Lookman como la principal esperanza de Atalanta para la próxima temporada. Sin embargo, la confianza depositada en él por su entrenador y sus compañeros, así como su incansable deseo de triunfar, le han ayudado a superar estos obstáculos.
A pesar de haber nacido en Londres, Lookman optó por representar a Nigeria, la tierra natal de sus padres, en el ámbito internacional. Aunque fue una decisión difícil, Lookman ha destacado en su nuevo papel, acumulando seis goles en 23 partidos con las Súper Águilas de Nigeria.
El camino de Lookman al estrellato no fue fácil. Creció en una zona desfavorecida de Londres, donde su madre trabajaba en empleos precarios y a menudo luchaba para poner comida en la mesa. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, Lookman nunca perdió la esperanza y trabajó incansablemente para lograr su sueño de convertirse en futbolista profesional.
Hoy, con un valor de mercado de 40 millones de euros según la web especializada Transfermarkt, Lookman se ha convertido en uno de los jugadores más buscados de Europa. Pero a pesar de su éxito, nunca ha olvidado sus humildes orígenes. «Mi madre tenía trabajos precarios y vivíamos en una zona desfavorecida de Londres. La nevera siempre estaba vacía y a menudo iba a comer a casa de amigos», recordó Lookman.
Con su talento, humildad y deseo de triunfar, Lookman se ha convertido en un modelo a seguir para muchos jóvenes futbolistas. Su historia es un recordatorio de que, sin importar de dónde vengas, puedes alcanzar tus sueños si estás dispuesto a trabajar duro y nunca rendirte.
En cuanto a su futuro, Lookman se mantiene enfocado en el presente y en su próximo encuentro con el Real Madrid. «Venimos con nuestro clásico buen rollo y nuestras ganas de dar la sorpresa», advirtió Gasperini. En Italia, todos los ojos están puestos en el héroe de Dublín, el hombre que arrancó una sonrisa a la indomable Atalanta. Está por ver qué nuevas hazañas logrará Lookman en el futuro.