El panorama político en Amarillos, región del Biobío, ha experimentado un cambio significativo después de que se cortara toda vinculación con la mesa nacional del partido, liderada por el diputado Andrés Jouannet. La decisión se produjo tras una serie de acusaciones contra Jouannet y su equipo, que incluyen la manipulación de candidaturas, la falsificación de huellas digitales y la inscripción de militantes no autorizados. Los acusan de «prácticas desleales y una gestión oscura», según Augusto Parra y Ricardo Yaconi, ambos ex miembros prominentes del partido.
Augusto Parra, hasta hace poco candidato a Gobernador de Amarillos por Biobío, y Ricardo Yaconi, exsecretario regional del partido, han renunciado al partido Amarillos en un intento por visibilizar las acciones de Jouannet. Según Yaconi, la directiva nacional del partido, también liderada por Ricardo Brodsky y Eduardo Jara, ha priorizado los intereses del partido Demócratas en detrimento de los candidatos locales en la región del Biobío.
Uno de los incidentes más controvertidos fue la decisión de la dirección nacional de retirar candidaturas minutos antes del cierre del plazo de inscripción el pasado 29 de julio, una acción que Yaconi califica de intolerable. Pero las denuncias de Yaconi van más allá de las decisiones de candidaturas. El exsecretario regional del partido ha revelado una serie de irregularidades dentro del partido.
Una de las más graves es la acusación de falsificación de huellas digitales y firmas en una lista alternativa para la dirección regional del partido. Esta lista fue apoyada por la gobernación regional del Biobío, lo que añade una capa de complejidad al problema. Según los informes a los que tuvo acceso El Mostrador, la irregularidad consistió en incluir como candidata a la vicepresidencia regional a una persona ajena al partido, a quien le falsificaron la firma y la huella digital para cumplir con los requisitos de inscripción.
La persona que fue inscrita sin su consentimiento declaró: “Hace un tiempo hice la renuncia en la página del SERVEL al partido Amarillos por Chile, ya que nunca me inscribí voluntariamente para ser militante, y mucho menos para postular a vicepresidenta o cualquier otro cargo dentro de este partido”.
Yaconi denuncia otra irregularidad: la contratación de una consultora para reclutar militantes, resultando en la inscripción de 1.200 nuevos miembros, muchos de los cuales desconocían su adhesión al partido. Esta práctica podría implicar posibles delitos bajo la Ley de Financiamiento de Partidos Políticos. En otras palabras, se acusa a Amarillos de revivir la vieja práctica de los “militantes fantasmas”.
Uno de estos «fantasmas» fue Natalia Pavez Van Rysselberghe, la hija de la expresidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, quien tampoco puso voluntariamente su firma para militar en Amarillos.
Además de estas acusaciones, Yaconi también critica la decisión de la directiva nacional de apoyar la candidatura de Rodrigo Díaz a gobernador, a pesar de estar involucrado en múltiples investigaciones relacionadas con el Caso Fundaciones. Según Yaconi, Díaz no era un candidato adecuado para el partido, señalando su responsabilidad política en el mal uso de recursos.