El Servicio de Impuestos Internos (SII) de Chile generó un gran revuelo en el mundo emprendedor la semana pasada cuando envió un correo electrónico a miles de empresas en el país, ordenándoles cambiar su domicilio tributario a una dirección física por considerar que su actividad económica no era compatible con un espacio de oficina virtual.
El mensaje del SII decía: «De acuerdo la(s) actividad(es) económica(s) que usted registra, su domicilio no cumple con los requisitos necesarios o no es compatible, debido a que su desarrollo necesariamente requiere un lugar físico para poder ser realizadas». Además, instaba a las empresas a «actualizar su domicilio y/o agregar una sucursal donde desarrolla su actividad».
Este correo generó una respuesta inmediata y crítica hacia el SII, marcando la primera gran controversia bajo el liderazgo de Javier Etcheberry, quien asumió el cargo de forma interina a principios de julio, en reemplazo de Hernán Frigolett.
Representantes de diversos gremios que representan a pequeñas y medianas empresas (pymes) calificaron la medida como «inaceptable», ya que impediría a miles de firmas de menor tamaño el uso de oficinas virtuales. «Genera un daño inmediato y enorme», señalaron, pidiendo que la instrucción sea revocada y afirmando que ya se han puesto en contacto con el ministro de Hacienda, Mario Marcel, y el titular de Economía, Nicolás Grau, para lograrlo.
La comunicación del SII también provocó una serie de objeciones por parte de los abogados tributarios, quienes se mostraron confusos con la instrucción y advirtieron que esta generaría graves perjuicios para las empresas de menor tamaño con domicilios tributarios virtuales y sería un obstáculo importante para el emprendimiento en el país.
Ante la reacción, el SII tuvo que aclarar la situación, emitiendo un comunicado para tranquilizar a las empresas y admitiendo que se había cometido un error. El SII aclaró que la comunicación tenía como propósito que estas empresas registraran adicionalmente el domicilio físico donde se lleva a cabo la actividad, y no que abandonaran el domicilio virtual. «El SII reconoce que el correo electrónico fue enviado erróneamente a un grupo de contribuyentes cuya actividad económica no reunía estas características, lo que generó confusión», declaró el servicio.
En este sentido, el SII reiteró que no existe un cambio de criterio con respecto a la normativa vigente. Posteriormente, indicó que se enviará un correo aclaratorio a cada contribuyente que recibió el mensaje, «tanto a quienes deben registrar un domicilio adicional como aquellos a quienes no correspondía recibir el mensaje enviado». El servicio concluyó diciendo que se reforzarán los protocolos de comunicaciones masivas para evitar este tipo de confusiones o malentendidos en el futuro.
Este incidente pone de relieve la importancia de la comunicación clara y precisa por parte de las autoridades tributarias, especialmente en un contexto en el que cada vez más empresas están optando por modalidades de trabajo y oficinas virtuales en lugar de espacios físicos, una tendencia acelerada por la pandemia del COVID-19. También subraya el papel fundamental que juegan las pymes y los emprendedores en la economía chilena y cómo cualquier cambio en las regulaciones o políticas tributarias puede tener un impacto significativo en este sector.
Por último, este incidente también destaca cómo los errores de comunicación pueden generar confusión y malestar entre los contribuyentes, y la necesidad de que las autoridades fiscales sean transparentes y proactivas en la corrección de los errores para mantener la confianza del público.