El Hospital Regional de Talca Dr. César Garavagno Burotto y el Hospital Doctor Leonardo Guzmán de Antofagasta han sido puestos bajo el escrutinio de la Contraloría General de la República tras descubrirse una serie de inconsistencias y errores administrativos en su gestión de listas de espera no GES. El organismo ha identificado una serie de anomalías, incluyendo la aparición de “falsos muertos”, es decir, pacientes registrados como atendidos después de haber fallecido, y también casos de pacientes registrados como “atendidos” sin que exista ningún registro de ello.
En el Hospital Regional de Talca, las listas de espera revelaron la existencia de 56 pacientes que, a pesar de estar fallecidos, recibieron 58 atenciones médicas de especialidad e incluso intervenciones quirúrgicas en fechas posteriores a su muerte. La gravedad de esta situación es aún más acentuada por el hecho de que se eliminaron a 1.085 pacientes de las listas de espera, pero sus RUT no aparecen en el Servicio de Registro Civil e Identificación (SRCeI).
Ante esta situación, la Contraloría ha ordenado un sumario para determinar las responsabilidades administrativas y ha establecido un plazo de 60 días para que se corrijan las irregularidades detectadas. Esta decisión se ha tomado con el fin de garantizar la integridad y precisión de las listas de espera y de asegurar que se respeta el derecho de los pacientes a recibir una atención médica oportuna.
Por otro lado, en el Hospital Doctor Leonardo Guzmán de Antofagasta, la Contraloría ha determinado que dos pacientes que supuestamente habían sido retirados de la lista de espera por «fallecimiento» estaban, en realidad, vivos, según lo confirmado por el propio recinto asistencial.
Además de estos casos, se encontraron 19 pacientes que supuestamente habían sido atendidos y, por tanto, eliminados de la lista de espera, pero no existen antecedentes de que dicha atención se haya realizado. Este hallazgo se suma a la detección de 12.537 registros en la plataforma utilizada a nivel regional (RRLE) que no estaban ingresados en el Sistema de Gestión de Tiempos de Espera (SIGTE).
Estas graves irregularidades ponen de manifiesto la necesidad de mejorar la gestión y el seguimiento de las listas de espera en los hospitales regionales. No sólo porque estos errores pueden tener graves consecuencias para los pacientes, sino también porque la integridad y la eficacia de estas listas son fundamentales para garantizar el derecho de todos los ciudadanos a recibir una atención médica adecuada y oportuna.
Estos incidentes ponen de relieve la necesidad de que exista una vigilancia constante y rigurosa de las listas de espera y de los sistemas de gestión hospitalaria, a fin de garantizar la correcta atención a los pacientes y evitar situaciones como las descritas.
En consecuencia, la Contraloría General de la República ha instado a ambos hospitales a corregir estas irregularidades y a implementar mecanismos para garantizar la precisión y la veracidad de sus listas de espera. Este incidente enfatiza la importancia de la transparencia y la integridad en el sistema de salud, así como la necesidad de que existan mecanismos de control efectivos que permitan detectar y corregir cualquier irregularidad.