El Consejo General de Enfermería (CGE) ha propuesto durante el trámite de consulta pública previa, que finaliza el 15 de agosto, que se debería prohibir fumar en los coches particulares, especialmente cuando hay menores presentes. Esta sugerencia se ha presentado como una de las alegaciones del CGE al plan de ampliación de espacios libres de humo propuesto por el Ministerio.
La CGE sostiene que esta reforma legislativa es necesaria debido a los cambios sociales y epidemiológicos que se han producido en los últimos tiempos, así como a los patrones de consumo. La organización pone especial énfasis en la protección infantil, ya que los niños están expuestos a la inhalación de humo de manera innecesaria e injustificada en muchos espacios.
Para proteger a la población, especialmente a los jóvenes, frente a las nuevas formas de consumo, el CGE insta a ampliar los espacios libres de humo y a resolver las deficiencias en la regulación de los cigarrillos electrónicos sin nicotina y los productos a base de hierbas para fumar, entre otros aspectos.
El presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, señala que «varios estudios científicos demuestran que la concentración de humo en espacios cerrados, como los coches, es muy perjudicial para los pulmones en desarrollo de los niños. Además, las partículas cancerígenas pueden permanecer adheridas a la tapicería durante mucho tiempo». Asimismo, recuerda que de las 7.000 sustancias que contiene el humo del tabaco, al menos 250 son muy dañinas y otras 70 son cancerígenas.
El CGE ha defendido durante mucho tiempo la prohibición de fumar en los coches, especialmente cuando hay niños presentes. En 2018, lanzó la campaña Coche sin humo, cuyo objetivo era educar a los menores sobre los perjuicios del tabaco para los fumadores activos y pasivos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el 30% de las muertes por tabaquismo pasivo a nivel mundial ocurre en menores. Este tipo de exposición es responsable de una serie de problemas de salud, como sibilancias, tos crónica, asma, bronquitis, infecciones severas, neumonía, otitis, e incluso obesidad o cáncer.
El CGE también enfatiza el papel fundamental de las enfermeras en la lucha contra el tabaquismo. Solicita que el texto final del anteproyecto reconozca su papel en la educación para la salud, la prevención del consumo desde edades tempranas y la deshabituación tabáquica.
Pérez Raya concluye: «Las enfermeras desempeñamos un papel fundamental en el abordaje del tabaquismo, tanto en su detección como en la ayuda al fumador para que avance en su proceso para dejar de fumar. La proximidad con los pacientes propicia que las enfermeras jueguen un papel crucial tanto en la identificación de los fumadores como en el consejo sistemático de abandono o en el apoyo para dejar de fumar. Por ello, es necesario potenciar su participación en este campo, en beneficio siempre de la salud de los pacientes y de la sociedad en general».