En un anuncio sorpresa el miércoles, el Gobierno de Cuba reconoció que necesita parcialmente dolarizar su economía en un esfuerzo por restablecer el valor «real» del peso cubano. El primer ministro cubano, Manuel Marrero, añadió que las actuales condiciones de «economía de guerra» en la isla hacen necesaria esta transformación.
Cuba ha estado sumida en una profunda crisis económica que se ha agravado durante los últimos cuatro años. La isla ha luchado por obtener suficientes divisas para abastecer su mercado interno debido al colapso del turismo por la pandemia, las sanciones de Estados Unidos y errores en la política monetaria. El turismo, una de las principales fuentes de divisas del país, aún no se ha recuperado a sus niveles previos a la pandemia.
Marrero criticó la existencia de unos 2.000 millones de dólares que circulan en el sector privado y el mercado informal de divisas. Los particulares recurren a este mercado informal, ya que no pueden comprar divisas al Estado, para poder importar sus productos.
El jefe del Gobierno confirmó que Cuba prohibirá que los negocios privados cobren sus productos en divisas, con algunas excepciones, como las aerolíneas o las empresas extranjeras. En un giro, también permitirá que se pueda cobrar en moneda extranjera en efectivo dentro del sector turístico.
Además, Marrero anunció que el país comenzará a cobrar las importaciones de los privados en divisas. Según el primer ministro, el objetivo de estas medidas es «restituir el orden y la disciplina». También mencionó que «se realizará un proceso de saneamiento de las cuentas en divisas de las entidades estatales», aunque no proporcionó más detalles.
El primer ministro reconoció que, aunque Cuba aún no cuenta «con un mercado cambiario que permita vender divisas», el país aplicará gradualmente un nuevo tipo de cambio para evitar una mayor «devaluación» y «un impacto no deseado en la inflación». Actualmente, el tipo de cambio es de 24 pesos por billete verde para personas jurídicas y 120 por dólar para personas físicas.
En el mercado informal, el más extendido en el país, la tasa con respecto al dólar se ubica alrededor de los 310 pesos por cada moneda norteamericana. Marrero no reveló un cronograma para la implementación paulatina de esta nueva tasa.
El anuncio de Marrero era uno de los más esperados en la primera jornada de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, parlamento unicameral). En diciembre pasado, el primer ministro anunció un amplio e inesperado plan de choque con medidas como el incremento en el precio de los combustibles, la electricidad, el agua y otros servicios.
Este último desarrollo en la economía cubana sigue a una serie de esfuerzos por parte del gobierno para gestionar la crisis económica y financiera del país. El reto ahora es cómo estas medidas serán implementadas y qué impacto tendrán en el mercado interno y en la vida de los ciudadanos cubanos. La dolarización parcial es una medida drástica que refleja la gravedad de la situación económica de la isla. Con la economía ya en crisis, los cubanos esperan que estas medidas puedan aliviar algunos de los desafíos económicos que enfrenta la nación. Sin embargo, la incertidumbre sobre cómo se implementarán estas medidas y qué impacto tendrán en el largo plazo sigue siendo alta.