El candidato republicano a vicepresidente, J. D. Vance, ha surgido desde una infancia desafiante hasta llegar a ser una fuerza política a tener en cuenta. Nacido en 1984, durante la presidencia de Ronald Reagan, Vance creció en la pobreza, con una madre adicta a las drogas y un padre ausente. A pesar de vivir bajo la presidencia de líderes republicanos durante 17 de sus primeros 25 años de vida, Vance culpó al actual presidente, Joe Biden, por los problemas de su infancia durante su discurso de aceptación de la nominación.
En la convención republicana de Milwaukee, Vance pronunció un discurso populista, nacionalista y antiglobalización, alineándose con la retórica de Donald Trump y su lema de «América Primero». Sin embargo, su discurso fue recibido como frío y falto de ritmo, con interrupciones frecuentes y sin pasión.
Vance se centró en culpar a Biden por el declive de su pequeña ciudad natal, Middletown, Ohio, sosteniendo que las políticas comerciales respaldadas por Biden durante su tiempo en el Senado llevaron a la pérdida de empleos en la industria local y contribuyeron a la invasión de Irak. Sin embargo, Vance omitió el hecho de que el Tratado de Libre Comercio fue firmado por el presidente George H. W. Bush, y que el acuerdo con China y la Guerra del Golfo también tuvieron lugar bajo la administración de Bush.
A pesar de su crítica a las políticas comerciales, Vance elogió a Trump, afirmando que Trump, un empresario de Nueva York, tenía razón en estos asuntos. Esta posición contrasta con la que Vance presentaba en su libro de memorias, «Hilbilly. Una elegía rural», en el que criticaba las excusas de la clase trabajadora blanca por sus problemas.
Vance intenta aprovechar el resentimiento que llevó a Trump a la victoria en 2016 entre los trabajadores de cuello azul, a menudo llamados hillbillies o rednecks. Vance espera ayudar a Trump a ganar los votos en los cruciales estados de Wisconsin, Pensilvania y Michigan, en el Medio Oeste, donde Biden ha logrado impulsar inversiones multimillonarias y la creación de empleo a través de incentivos fiscales y planes de infraestructura.
Además de sus críticas a Biden, Vance también atacó a Wall Street, a pesar de que tradicionalmente ha sido un aliado de los republicanos. Aseguró que no se atendería a Wall Street y que se comprometería con los trabajadores, una postura que parece más alineada con la del actual presidente.
Vance también tocó el tema de la defensa, asegurando que se aseguraría de que los aliados compartan la carga de garantizar la paz mundial. Añadió que no habría más regalos para naciones que traicionen la generosidad del contribuyente estadounidense.
Vance, que fue un crítico de Trump cuando fue elegido por primera vez, ha cambiado su postura y ahora se muestra como un converso al trumpismo. De hecho, insinuó que las críticas demócratas a Trump fueron la causa del intento de asesinato de este, y elogió la respuesta de Trump al incidente.
En su discurso, Vance también apeló a sus raíces, presentó a su madre, que ha estado limpia de drogas durante 10 años, y habló de su abuela, a quien atribuye su éxito en la vida. Vance, que ha aceptado formalmente la nominación, fue presentado por su esposa, Usha Chilukuri Vance, y por el hijo de Trump, Donald Trump Jr.
Finalmente, a pesar de su crítica a Biden, Vance hizo hincapié en su juventud, aprovechando su edad para contrastar con Biden, de 81 años, y la vicepresidenta Harris, de 59.
