En un mundo cada vez más digitalizado, la forma en que consumimos contenido multimedia está cambiando rápidamente. Las últimas polémicas sobre la incidencia de la televisión y/o las nuevas plataformas digitales en la vida cotidiana de chilenas y chilenos han tomado por asalto las redes sociales y los debates en los mismos canales. Este cambio en la forma en que consumimos contenido ha tenido un impacto significativo en la industria de la televisión por cable, con las estadísticas demostrando que la industria ha estado perdiendo suscriptores durante bastante tiempo.
Hoy en día, en lugar de sentarnos frente a la televisión a una hora específica para ver un programa o película en particular, tenemos la opción de ver cientos de títulos a cualquier hora y desde cualquier dispositivo con conexión a Internet. Tratar de explicar a un niño nacido en el siglo XXI cómo se consumía la televisión antes de plataformas como Netflix probablemente sería un reto. La realidad es que la industria de la transmisión de video, o streaming, ha sido revolucionaria, cambiando por completo los hábitos de consumo audiovisual de las personas.
La transmisión en vivo se remonta a muchas décadas atrás, con el primer sistema de transmisión en directo que data de 1920. George Owen Squier, de la empresa Muzak, inventó un sistema de transmisión y distribución de música a través de líneas eléctricas. Sin embargo, la tecnología de esa época no permitió que el proyecto prosperara.
El término streaming TV se refiere a la distribución digital de contenidos multimedia a través de una red de ordenadores. El usuario puede consumir el contenido mientras lo descarga, pero no queda almacenado en el dispositivo desde el que lo está haciendo. El concepto se aplica a cualquier contenido de medios, ya sea en vivo o grabado, que se puede disfrutar en computadoras y aparatos móviles a través de Internet y en tiempo real. Los podcasts, webcasts, películas, programas de TV y videos musicales son tipos comunes de estos contenidos.
Según los últimos datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), al primer trimestre de 2024, había 3.031.201 suscriptores de TV de pago en Chile, un 6,6% menos que el primer trimestre de 2023, cuando había 3.244.282 abonados. El declive se atribuye principalmente a la piratería y al auge del streaming.
A pesar del declive de la televisión por cable, las teleseries y los programas de telerrealidad siguen siendo lo más visto en la televisión abierta en Chile. Durante el primer semestre de este año, el canal Mega fue el más visitado, en gran parte gracias a teleseries nacionales como “Generación 98”, “Al sur del corazón”, “Como la vida misma” y “Juego de ilusiones”.
La única producción nacional de otra señal que alcanzó una puntuación apreciable fue “Secretos de familia” en Canal 13. Parece que el fenómeno de la identificación con actores, personajes, situaciones y lugares influye en la atracción de la audiencia, a la que le gusta reconocerse en paisajes y su propia idiosincrasia.
La competencia entre las redes y las plataformas está en pleno apogeo. Chilevisión abrió las puertas con “Gran Hermano”, un reality show de trascendencia internacional, seguido por Canal 13 con “Tierra brava” y “Ganar o servir”. Ahora, “Gran Hermano 2” ha vuelto a CHV.