En un reciente enfrentamiento verbal con la Unión Demócrata Independiente (UDI), el Presidente de Chile, Gabriel Boric, respondió con firmeza a las críticas y demandas del partido gremialista. En su declaración, la UDI había exigido la renuncia del equipo de seguridad del gobierno tras una fatal balacera en Lampa que dejó a cinco personas fallecidas.
La UDI había solicitado específicamente la destitución de la ministra y del subsecretario del Interior, Carolina Tohá y Manuel Monsalve, respectivamente, así como del subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara. La respuesta del presidente Boric fue enfática: “Yo no le voy a pedir la renuncia a nadie porque me lo pide la UDI”.
En medio de este tenso escenario político, el mandatario subrayó que ante tal grave situación, era necesario dejar de lado el oportunismo y el cálculo político pequeño. Boric instó al sector opositor a colaborar y trabajar en conjunto, en lugar de centrar sus energías en demandas y críticas.
Sin embargo, la respuesta del Presidente Boric desató una serie de críticas de parlamentarios de la coalición opositora, incluyendo a miembros de la UDI. El jefe de la bancada de diputados de la UDI, Gustavo Benavente, expresó que la demanda de un cambio no era exclusiva de la UDI, sino que representaba el sentir de un país entero que está cansado de la inseguridad diaria.
Por su parte, el diputado Henry Leal criticó al presidente por su viaje al extranjero en medio de la creciente crisis de seguridad, acusándolo de no asumir su deber fundamental como jefe de Estado de proporcionar protección a los chilenos. Leal afirmó que la estrategia de seguridad del gobierno ha fracasado y que se necesitan caras nuevas al frente del equipo de seguridad.
Camila Flores, diputada de Renovación Nacional, también se unió a las críticas, acusando al presidente Boric de no hacer ninguna autocrítica y de culpar sistemáticamente a la oposición. Flores acusó a Boric de arrogancia y falta de capacidad para asumir sus errores.
El diputado Jorge Durán fue más allá, calificando al gobierno como “aprendiz” y las palabras de Boric como “inhumanas”. Durán criticó fuertemente el manejo de la seguridad por parte del gobierno, señalando que Chile está viviendo la peor crisis en seguridad.
La diputada Karen Medina (PDG) también se mostró crítica con el presidente Boric, calificando sus palabras sobre los problemas de seguridad como “poco empáticas”. Medina subrayó la necesidad de que el presidente esté plenamente involucrado en cómo se refuerza la seguridad y en qué se necesita avanzar.
Por último, el diputado independiente de la bancada republicana Stephan Schubert criticó el desempeño del gobierno y la falta de responsabilidad política, y expresó su esperanza de que el gobierno de Boric termine pronto para que el próximo gobierno pueda retomar la seguridad y permitir que los chilenos puedan salir tranquilos a la calle.
La actual crisis de seguridad en Chile y la reacción del presidente Boric ante las críticas han generado un debate público y han puesto la seguridad en el centro del escenario político. La exigencia de cambios en el equipo de seguridad del gobierno plantea un desafío significativo para el presidente Boric, quien deberá encontrar una manera de abordar las preocupaciones de seguridad sin ceder a las presiones políticas.