El mundo de la salud privada en Chile ha experimentado un cambio drástico en los últimos años, principalmente en las isapres, o instituciones de salud previsional. Según las cifras entregadas por la Superintendencia de Salud mediante la Ley de Transparencia, el capital de las isapres se ha duplicado entre fines de 2018 y principios de julio de 2024, pasando de $237.014 millones a $469.249 millones (unos US$500 millones).
Este crecimiento no ha sido uniforme a lo largo de los años. Los aumentos de capital más significativos se produjeron en 2021 y 2022. En 2019, dos isapres aumentaron su capital en $38.056 millones y en 2020, una isapre incrementó su capital en $48 millones. En contraste, en 2021, dos isapres aumentaron su capital totalizando $94.774 millones, mientras que en 2022, tres isapres incrementaron su capital en $71.947 millones.
El 2023 y 2024 han visto un menor aumento de capital, con sólo una isapre privada, Banmédica, incrementando su capital en $10.340 millones en 2023 y $17.070 millones en 2024.
Según Victoria Beaumont, gerenta de Altura Management, el aumento de capital ha coincidido con la política de congelamiento de tarifas que han enfrentado las isapres en los últimos años. Este incremento de capital ha sido necesario para hacer frente a los gastos de la pandemia. Con la conclusión de la crisis sanitaria, se esperaba que las isapres pudieran volver a un régimen normal de aumento de precios, pero varios fallos de la Corte Suprema han complicado la situación.
La incertidumbre también se debe a un nuevo proyecto de ley que se espera sea enviado en octubre. Beaumont advierte que la deuda se transforma en un gasto adicional permanente, aditivo al gasto operacional. Un incremento de capital generalmente responde a la idea de invertir en un proyecto con proyección a mediano o corto plazo, pero el escenario actual es incierto.
Héctor Sánchez, director ejecutivo del Instituto de Salud Pública de la UNAB, comenta que todas las isapres, sin saber con certeza sobre el futuro del sistema, han tenido que hacer aportes de capital para mantener la actividad. Los dueños evaluarán la viabilidad de cada empresa y en base a eso, decidirán si hacen nuevos aportes de capital o no.
A lo largo de este periodo, Consalud es la isapre que ha acumulado los mayores montos en aumentos de capital, sumando $116.000 millones. Le sigue Cruz Blanca con $67.075 millones de incremento en cinco años y medio. Banmédica y Nueva Masvida han totalizado aportes de capital de $27.410 millones y $21.750 millones respectivamente, mientras que las isapres Colmena y Vida Tres no han hecho ningún aumento de capital en los últimos cinco años y medio.
Patricio Fernández, exsuperintendente de Salud, señala que los incrementos de capital de Consalud y Cruz Blanca se deben a un desequilibrio financiero importante generado a partir de la no reajustabilidad de los precios base y la aplicación de la ley en pandemia. Añade que en el caso de Banmédica, necesitaron aumentar capital para mantener el cumplimiento de la exigencia legal de patrimonio, a fin de no caer en incumplimiento.
Este panorama muestra el dinamismo y la incertidumbre que rodea al sistema de salud privado en Chile. Los cambios en las políticas y leyes, la pandemia y el escenario económico han obligado a las isapres a adaptarse y a tomar medidas para garantizar su supervivencia. Sin embargo, el futuro del sistema de salud privado sigue siendo incierto, con nuevos desafíos y oportunidades por delante.