En un reciente despliegue de retórica política, la secretaria general del Partido Republicano, Ruth Hurtado, ha provocado una tormenta de críticas después de expresar su deseo de que el Partido Comunista no existiera en Chile. Esta afirmación ha generado una serie de reacciones adversas, y ha traído a la memoria la época de la dictadura que ilegalizó al PC, implementando medidas represivas que culminaron en miles de militantes comunistas asesinados, desaparecidos, torturados, encarcelados y exiliados.
En su aparición en el programa de la Radio Cooperativa, «El primer café», Hurtado acusó al exconvencional comunista, Marco Barraza, de defender a «violentistas que salieron a quemar Chile». Esta acusación guarda similitudes con el relato de la época del régimen militar y del terrorismo de Estado.
Barraza, en respuesta, destacó que «no se puede naturalizar un discurso de odio tan violento como que un partido no exista». El exconvecional subrayó que la negación de personas es lo más brutal que puede existir y es contrario a la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Hurtado, al sugerir que el PC representa una ideología que le hace mal a todo el mundo, ha reactivado la retórica de la dictadura y la extrema derecha. Según ella, los comunistas fueron los únicos que defendieron a los violentistas que salieron a quemar Chile en 2019, y les rindieron homenaje en el Congreso en Santiago.
Las afirmaciones de la secretaria general del Partido Republicano han suscitado críticas, no solo por su contenido, sino también por la violencia verbal y el odio que parece promover. Barraza, por su parte, advirtió sobre el peligro de naturalizar discursos de odio tan violentos, ya que estos pueden servir de base para violencias extremas como las que el Partido Republicano históricamente ha promovido.
Matías Ramírez, diputado comunista, también se unió a la condena de las declaraciones de Hurtado, señalando que son muy peligrosas en un país como Chile, donde la ultraderecha tiene una historia de persecución y tortura de comunistas, así como de asesinatos de mujeres, embarazadas, niños, obreros y artistas que eran simpatizantes comunistas.
Durante la dictadura civil-militar que respaldó la extrema derecha y la derecha, y que han reivindicado dirigentes del Partido Republicano, fueron asesinados o hechos desaparecer alrededor de 500 militantes del Partido Comunista. Además, miles de comunistas fueron torturados, encarcelados y exiliados.
Casos notables incluyen la tortura, ejecución y desaparición de integrantes de la dirección nacional del PC en 1976, el degollamiento de tres profesionales comunistas en 1985 y la tortura y asesinato del cantautor Víctor Jara. Estos actos atroces son un testimonio de la violencia y la represión ejercidas durante la dictadura, una época que muchos chilenos desearían olvidar, pero que la retórica de Hurtado parece evocar.
Las afirmaciones de Hurtado no solo han recibido críticas dentro de Chile, sino que también han atraído la atención internacional. Las palabras de la secretaria general del Partido Republicano son un recordatorio de que la ideología que ella representa puede representar un peligro, ya que, como dice Ramírez, en todo el mundo, «ellos representan el horror».