El expresidente de Estados Unidos Donald Trump vivió una situación aterradora durante un mitin en Butler, Pensilvania, cuando fue blanco de un atentado. Estando en el escenario y a solo unos minutos de haber comenzado a hablar, se oyeron disparos. Trump llevó su mano derecha a la cara, como si hubiera sido alcanzado, y cayó al suelo, siendo rápidamente cubierto por agentes del servicio secreto.
En medio del caos, se confirmó que Trump había sido herido leve en la oreja por una bala. A pesar de la sangre en su rostro, el expresidente se retiró del escenario con el puño en alto, siendo vitoreado por sus seguidores. El tirador, un joven de 20 años llamado Thomas Matthew Crooks de Bethel Park, Pensilvania, fue identificado por el FBI. Crooks murió por los disparos de los agentes de seguridad y se desconocen aún sus motivaciones. El atentado está siendo investigado como un intento de asesinato.
Además del expresidente, otras personas en el mitin sufrieron las consecuencias del ataque. Un asistente al mitin fue asesinado y otros dos resultaron gravemente heridos. En medio del terror, la policía fuertemente armada subió al escenario mientras el público asustado buscaba protegerse.
Tras el incidente, la comitiva de Trump abandonó el lugar a toda prisa. Un portavoz del expresidente aseguró que Trump estaba «bien» y que se encontraba en un centro médico cercano al lugar del mitin para un chequeo. Cuatro horas después del atentado, el propio Trump compartió su versión de los hechos en su red social, Truth, describiendo cómo sintió el impacto de la bala y cómo se dio cuenta de la gravedad de la situación.
La seguridad de los expresidentes es responsabilidad del Servicio Secreto. En un comunicado, el portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, confirmó que se había puesto en marcha medidas de protección y que el expresidente estaba a salvo. Además, el FBI también inició su propia investigación.
El actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó el atentado en una comparecencia unas tres horas después. Biden enfatizó que no hay lugar en América para este tipo de violencia y pidió la unión del país. También recalcó que no se puede permitir que este tipo de situaciones ocurran.
El expresidente agradeció al Servicio Secreto y a las demás fuerzas del orden «su rápida respuesta al tiroteo». También expresó su pésame a las familias de las personas que resultaron heridas y asesinadas durante el ataque. Trump lamentó el hecho de que un acto de esta naturaleza pueda tener lugar en el país.
El ataque a Trump ha generado una serie de reacciones tanto a nivel nacional como internacional. Múltiples figuras políticas han condenado el incidente y han expresado su apoyo a Trump. Sin embargo, el impacto que pueda tener este atentado en la campaña presidencial es incierto.
Trump es una figura divisiva que ha contribuido a la polarización de la política estadounidense. Califica de “rehenes” a los condenados por el asalto violento al Capitolio del 6 de enero de 2021 y fue el primero que se resistió a la transferencia pacífica y ordenada del poder tras perder las elecciones. Ahora es él el que se ha convertido en la última víctima de la violencia política en un país en que cuatro presidentes han sido asesinados en sus casi 250 años de historia.