La empresa de software Opera ha presentado una solicitud al Tribunal General de la Unión Europea (UE) para anular la decisión de la Comisión Europea de no designar a Microsoft Edge como ‘guardián’ de la Ley de Mercados Digitales. La compañía argumenta que Microsoft dificulta el uso de navegadores de terceros al establecer su propio software como la opción predeterminada en las computadoras que utilizan el sistema operativo Windows.
Desde marzo del año pasado, la Ley de Mercados Digitales, más conocida como DMA, ha sido implementada en la Unión Europea. Esta regulación busca garantizar un mercado digital justo y abierto. Prohíbe a las grandes empresas tecnológicas utilizar su posición dominante para su propio beneficio, fomenta la competencia y promueve las alternativas de empresas más pequeñas y emergentes.
La DMA establece una serie de criterios para determinar cuáles plataformas de Internet son consideradas «guardianes de acceso». Los monopolios de facto como Microsoft con Windows; Apple con iOS; Google con su motor de búsqueda; Amazon en comercio electrónico o Meta con sus aplicaciones de redes sociales, son ejemplos de tales guardianes.
Inicialmente, tanto el buscador Bing como el navegador Edge de Microsoft estaban incluidos junto a Windows en esta lista de guardianes. Sin embargo, Microsoft argumentó que ninguno de los dos había alcanzado la cuota de mercado suficiente como para ser incluidos. La Comisión Europea investigó el asunto y concluyó que «Bing y Edge no eran lo suficientemente dominantes» en los mercados digitales, por lo que finalmente los excluyó de la regulación.
Opera, sin embargo, no está de acuerdo con la decisión de la Comisión Europea. La compañía sostiene que Microsoft controla el sistema operativo Windows y desde ahí dificulta la elección de navegadores de terceros como predeterminados en las PC con Windows. A su juicio, la decisión no evalúa adecuadamente la posición privilegiada y duradera de Edge en los dispositivos Windows, creando un campo de juego desigual para sus competidores.
Como parte de su argumento, Opera afirma que Edge, al igual que su predecesor Internet Explorer, es el guardián a través del cual los usuarios de Windows deben pasar para descargar otro navegador. Esta es precisamente la situación que la DMA pretendía abordar.
Microsoft, por su parte, ha utilizado todos los medios a su disposición para promover su propio navegador, aprovechando la posición dominante de Windows. Ha complicado la elección de los usuarios mediante los conocidos «patrones oscuros» y otras técnicas que dificultan el uso de alternativas de terceros proveedores, tanto para la navegación web como para acceder a otros servicios en Windows.
Pese a ello, Microsoft no ha conseguido dominar el mercado. A pesar de sus esfuerzos, se encuentra muy por detrás en cuota de mercado del líder del escritorio Google Chrome e incluso usa su mismo motor Chromium. En móviles, la presencia de Edge es prácticamente inexistente. Además, en la Unión Europea, servicios como Microsoft Edge, Bing, OneDrive y otros pueden ser eliminados de Windows de manera sencilla.
Aún queda por ver la decisión final del Tribunal General de la UE respecto a la solicitud de Opera.