El 4° Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago ha decidido, casi cuatro años después del incidente inicial, absolver al ex carabinero Sebastián Zamora de las acusaciones de homicidio frustrado simple. Este fallo pone fin a la etapa procesal del Caso Pío Nono, un incidente que ha captado la atención nacional y ha suscitado importantes discusiones sobre la responsabilidad y la rendición de cuentas en casos de violencia durante las protestas.
En el centro de este caso se encuentra el incidente del 2 de octubre de 2020, cuando un joven de 16 años llamado Anthony cayó desde una altura de 7,4 metros, desde el sector del Puente Pío Nono hasta el lecho del Río Mapocho. La fiscal Ximena Chong y Marcelo Carrasco han liderado la acusación contra el ex cabo Zamora, alegando que fue responsable de la caída del joven.
Los fiscales habían estado pidiendo una pena de 8 años de cárcel efectiva para Zamora, mientras que el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) esperaba una sentencia de 12 años de prisión. Sin embargo, el Tribunal desestimó de forma unánime la tesis de la Fiscalía, que sostenía que Zamora había empujado a Anthony, y lo declaró inocente.
Según el Tribunal, se demostró que Anthony estaba participando en una manifestación violenta y tenía el rostro cubierto. La jueza presidenta del tribunal, Patricia Bründl, señaló que existían indicios que justificaban el proceder de Zamora para detener a Anthony. Además, se destacó que aunque Anthony resultó con lesiones graves, estas no representaban un riesgo vital, lo cual era un factor clave, ya que Zamora estaba acusado de homicidio frustrado.
La defensa de Zamora, liderada por el abogado Alejandro Peña, se mostró sorprendida por el hecho de que la Fiscalía nunca acusó a Zamora de «empujar» a Anthony. Según Peña, la acusación del Ministerio Público utilizó verbos como «se abalanza», «lo eleva» y «lo impulsa sobre la baranda», en lugar de «empujar». El abogado leyó estos sinónimos en la corte para enfatizar la similitud de los conceptos y recordar que Anthony había testificado durante el juicio que sintió un «empujón con forma de agarre».
El Caso Pío Nono ha sido objeto de un intenso escrutinio público y ha generado numerosos debates sobre la conducta de la policía durante las protestas y los límites de la fuerza que se puede utilizar en tales situaciones. La decisión del Tribunal de absolver a Sebastián Zamora de las acusaciones de homicidio frustrado marca el final de una etapa clave en este caso, aunque sigue siendo probable que el fallo genere más discusiones y debates en el futuro.
En última instancia, el fallo del Tribunal refleja la complejidad y la dificultad de juzgar casos que implican violencia en el contexto de las protestas, donde las líneas entre el deber de mantener el orden público y el respeto de los derechos humanos pueden volverse borrosas. Aunque el Caso Pío Nono puede estar llegando a su fin desde un punto de vista procesal, las cuestiones que ha planteado probablemente seguirán siendo relevantes en los debates sobre la justicia y la rendición de cuentas en Chile.