La epidemia de sobredosis de opioides es un problema creciente que requiere una solución urgente. Un equipo de investigadores de la Universidad de Washington en San Luis, la Universidad de Stanford y la Universidad de Florida, todas en los Estados Unidos, ha descubierto una esperanza en este sentido. En un estudio publicado en la revista Nature, han presentado un método que podría hacer que el efecto del fármaco Naloxona dure más tiempo, incluso frente a opioides cada vez más peligrosos.
La Naloxona ha sido una herramienta crucial en la lucha contra la epidemia de opioides. Sin embargo, como explica Evan S. O’Brien, primer autor del estudio que trabaja en Stanford, «A medida que se intensifica la epidemia de muertes por opioides, se hace más urgente la necesidad de nuevos tratamientos potenciales tanto para su adicción como para las sobredosis».
Los científicos identificaron compuestos que podrían hacer que la Naloxona sea más eficaz y duradera, incluso a dosis bajas. También descubrieron que estos compuestos pueden revertir los efectos de los opioides en ratones sin empeorar los síntomas de abstinencia.
A pesar de su efectividad en el tratamiento de sobredosis por fentanilo, la Naloxona no es un fármaco milagroso y tiene limitaciones. Muchas personas con sobredosis por fentanilo necesitan más de una dosis de Naloxona antes de estar fuera de peligro. «El Narcan -nombre con el que se comercializa- funciona muy bien a corto plazo para revertir las dosis mortales, pero sus niveles disminuyen rápidamente con el tiempo hasta el punto de que son demasiado bajos para bloquear los efectos de drogas tan potentes y de larga duración como el fentanilo o la oxicodona«, añade O’Brien.
El equipo de investigación se propuso encontrar un modulador que reforzara la Naloxona ayudándola a permanecer más tiempo y a suprimir la activación del receptor opioide con mayor eficacia. Para ello, analizaron una biblioteca de 4.500 millones de moléculas, y una de las más prometedoras recibió el nombre de compuesto 368.
Los investigadores observaron en los roedores que el compuesto 368 mejoró la capacidad de la Naloxona para contrarrestar las sobredosis de opioides en ratones. El equipo ha solicitado su patente y trabaja en la identificación y caracterización de otros compuestos candidatos, pero se estima que pasarán entre 10 y 15 años antes de que se comercialice un modulador que potencie con éxito la Naloxona.
Aunque el proceso de desarrollo de un nuevo fármaco es largo, la profesora Susruta Majumdar de la Universidad de Washington en San Luis, sostiene que «nuestra esperanza es que con un modulador de este tipo podamos preservar el poder de la Naloxona como antídoto, independientemente de los opioides que surjan en el futuro».
Las personas que sufren una sobredosis de opioides y son reanimadas con Naloxona pueden experimentar síntomas de abstinencia como dolor, escalofríos, vómitos e irritabilidad. Pero el estudio descubrió que aunque añadir el compuesto 368 aumentó la potencia de la Naloxona, no empeoró dicha abstinencia en los ratones. Sin embargo, es necesario hacer más investigaciones para llegar a un derivado ‘óptimo’ del 368 que tenga las propiedades deseadas para avanzar hacia los ensayos clínicos de fase inicial.
El coautor del estudio, Jay McLaughlin, de la Universidad de Florida, es optimista. «Nos queda mucho camino por recorrer, pero estos resultados son realmente emocionantes», afirma. «El síndrome de abstinencia resulta tan grave que los consumidores suelen volver a tomar opioides en uno o dos días para detener los síntomas. La idea de rescatar a los pacientes de una sobredosis reduciendo estos efectos podría ayudar a mucha gente».
La referencia del estudio es Evan S. O’Brien et al. «A µ-opioid receptor modulator that works cooperatively with naloxone». Nature (2024).