Luis Manuel Otero, reconocido prisionero político cubano, se pronuncia desde prisión: “O mártir o fuera de la isla”

EL PAÍS

Luis Manuel Otero Alcántara, artista y disidente cubano, se ha convertido en uno de los presos políticos más famosos de Cuba. Su figura ha surgido desde el barrio de El Cerro en La Habana, un lugar marcado por la pobreza y la discriminación racial. Autodidacta y desafiante, Otero Alcántara ha ganado notoriedad a través de sus actuaciones de protesta y sus múltiples arrestos.

Con su famosa frase, «estamos conectados«, ha logrado captar la atención no solo de los cubanos en la isla, sino también de los exiliados y de parte de la comunidad internacional. Su lucha intransigente por la libertad de expresión contra la autocracia cubana le ha hecho ganarse un lugar entre las 100 personalidades más influyentes de la revista Time en septiembre de 2021.

El artista chino Ai WeiWei ha destacado su valentía y resistencia en las páginas de la revista, señalando que su vida, comportamiento y expresión artística son tan poderosos que pueden resistir la degeneración estética y ética del autoritarismo.

El último día que Otero Alcántara caminó libremente por La Habana fue el 11 de julio de 2021, una fecha que se recuerda como la mayor protesta antisistema en Cuba desde la Revolución. Miles de cubanos salieron a las calles, y muchos de ellos terminaron siendo prisioneros políticos.

Condenado a cinco años de privación de libertad por supuestos delitos de ultraje a los símbolos patrios, desacato y desórdenes públicos, Otero Alcántara recuerda vívidamente el momento en que la policía cubana se abalanzó sobre él en la calle Prado, cuando se dirigía a unirse a la manifestación.

El artista cubano nunca se ha considerado un líder, pero su carisma, su compromiso con su arte y su preocupación por los demás le han hecho ganarse el respeto y el apoyo de muchos cubanos. A pesar de estar en prisión, Otero Alcántara sigue creando arte, una de las pocas formas de libertad que le queda.

Otero Alcántara ha admitido que está dispuesto a aceptar el exilio de Cuba a cambio de su liberación. Sin embargo, si termina cumpliendo toda su condena, planea quedarse en Cuba. Imagina su liberación como una obra de arte, un lienzo en blanco donde podrá reencontrarse con sus amigos y su familia, respirar aire libre y continuar creando.

En los últimos tres años, la situación en Cuba ha empeorado notablemente. A pesar de estar desconectado, Otero Alcántara es consciente de esta realidad y sabe que su potencial liberación podría resultar en un país peor al que dejó atrás. Sin embargo, está decidido a seguir luchando y creando, ya que considera que es más productivo que entrar y salir de prisión.

En resumen, a pesar de las dificultades y desafíos, Luis Manuel Otero Alcántara sigue resistiendo y luchando por la libertad de expresión y los derechos humanos en Cuba. Su historia y su arte han llamado la atención del mundo, y su determinación y valentía siguen siendo una inspiración para muchos.

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