El reciente estudio titulado Percepción del consumo de cannabis en población adolescente: metasíntesis de estudios cualitativos, publicado en la Gaceta Sanitaria, la revista oficial de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), ha expuesto una problemática de salud pública de creciente preocupación: el consumo de cannabis entre adolescentes. El informe, que examina 22 estudios realizados en once países entre el 2000 y el 2024, destaca que factores como la presión social y las redes sociales son algunas de las principales motivaciones para el inicio en esta droga.
El informe indica que el consumo de cannabis en esta etapa de la vida puede tener graves consecuencias para la salud, incluyendo problemas de salud mental, dificultades con la memoria y el aprendizaje, bajo rendimiento escolar, un aumento en el uso de otras drogas y la participación en actividades delictivas.
Uno de los objetivos principales del estudio es identificar las razones detrás del consumo de cannabis y la percepción del riesgo que tienen los jóvenes. Con esta información, los investigadores esperan desarrollar políticas sanitarias y educativas efectivas para prevenir el consumo de cannabis entre los adolescentes.
El estudio identificó varios factores externos que influyen en el consumo de cannabis. Muchos adolescentes admitieron que temían ser marginados o excluidos si no consumían cannabis, lo que indica la presión social que pueden sentir. Además, el consumo de cannabis en el entorno familiar, como por parte de hermanos mayores o padres, también puede ser un factor que promueva el consumo.
Un factor de gran influencia en el consumo de cannabis en los adolescentes son las redes sociales. Las imágenes o videos publicados en estas plataformas que muestran a jóvenes o artistas consumiendo cannabis pueden hacer que el consumo de esta sustancia parezca más atractivo y reducir su percepción de riesgo. Además, la facilidad con la que se puede adquirir el cannabis también puede fomentar su consumo.
El estudio también destacó que muchos adolescentes mencionaban que el consumo de cannabis les proporcionaba una sensación de bienestar social y emocional, les ayudaba a relajarse, reducía el estrés, eliminaba preocupaciones y miedos y les proporcionaba placer.
En general, los jóvenes creen que el consumo esporádico de cannabis no conlleva graves riesgos para la salud. Este fenómeno es debido a que no perciben el cannabis como una «droga dura» y lo consideran menos dañino para la salud que otras drogas, en particular el tabaco, debido a su característica más natural y a la percepción de que contiene menos sustancias químicas.
Los investigadores enfatizan la importancia de proporcionar a los jóvenes las herramientas necesarias para manejar el estrés y las emociones negativas de manera saludable. Sugieren que se deben crear entornos que apoyen su bienestar emocional y social, para que no sientan la necesidad de recurrir al cannabis.
Finalmente, el estudio subraya la necesidad de una colaboración entre los padres, los educadores y los responsables de políticas públicas para crear estrategias efectivas que promuevan la salud y el bienestar de los adolescentes, reduciendo así el uso de sustancias nocivas. Además, la difusión del conocimiento y la información sobre los riesgos del consumo de cannabis puede ayudar a concienciar a la población en general y en particular a la población menor de 19 años.