El jueves pasado, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el Presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, celebraron su novena reunión bilateral. Esta reunión se produjo solo un mes después de su anterior encuentro en la cumbre del G-7 de Italia. Recordaremos que en ese evento, Biden había evitado asistir a una ‘cumbre’ para la paz organizada en Suiza el día siguiente, prefiriendo en su lugar asistir a un acto con donantes para su campaña de reelección.
Sin embargo, la última reunión entre Biden y Zelenski no estuvo exenta de controversia. En un momento incómodo, Biden presentó a Zelenski con las palabras: «Ahora voy a ceder la palabra al presidente ucraniano, un hombre que tiene tanto coraje como determinación, señoras y señores, el presidente Putin.» Biden se dio cuenta de su error inmediatamente y trató de corregirlo, pero ya era demasiado tarde. Zelenski, por su parte, manejó la situación con humor, respondiendo con una risa: «Yo soy mejor.»
Durante su visita a Washington, Zelenski mantuvo relaciones cordiales no solo con Biden, sino también con el Congreso. Incluso se reunió con el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, el trumpista Mike Johnson. Zelenski también elogió a Donald Trump, quien es visto como el favorito para ganar las próximas elecciones del 5 de noviembre.
Entre las promesas que Zelenski obtuvo de Washington se incluyen la entrada de Ucrania en la OTAN, un refuerzo significativo de sus sistemas antiareos para contrarrestar los intentos de Vladimir Putin de destruir la infraestructura civil del país, y el anuncio de que los primeros cazabombarderos F-16 comenzarán a llegar a Ucrania en uno o dos meses.
Sin embargo, Zelenski también hizo algunas demandas a Washington. El Gobierno de Kiev ha buscado, sin éxito, que la administración de Biden levante la prohibición al uso de la mayor parte de las armas de largo alcance que ha proporcionado a Ucrania contra objetivos situados en territorio ruso. Zelenski aprovechó su encuentro con Biden para pedir públicamente la eliminación de estas restricciones, diciendo: «Necesitamos dar algunos pasos rápidos para levantar las limitaciones a nuestros soldados.»
Durante su visita a Washington, Zelenski también intentó establecer puentes con Donald Trump, afirmando que «Putin odia tanto a Biden como a Trump«, y que, aunque los dos políticos estadounidenses son muy diferentes, «ambos aman la democracia«.
A pesar de las promesas de Biden de apoyo a Ucrania, el futuro sigue siendo incierto. Incluso si Biden logra ganar las elecciones, conseguir nuevos programas de ayuda masiva para Ucrania será un desafío. Como señala Matthias Matthijs, del think tank Council on Foreign Relations, «gane Trump o Biden, no veo más ayuda para Ucrania una vez que se acabe el actual paquete«.
Así se desarrolló la visita de Zelenski a Washington, marcada por la diplomacia, las promesas y algunos momentos incómodos. Y mientras Ucrania busca el apoyo de los Estados Unidos, queda claro que el país también se está preparando para un futuro potencial en el que ese apoyo pueda ser menos seguro.