La industria de las telecomunicaciones a nivel global se encuentra en un momento de incertidumbre. Estas compañías, que a menudo son los pilares de nuestras sociedades modernas, tienen finanzas que están tambaleando y que podrían afectar la disponibilidad de inversiones para asegurar la conectividad en el futuro. En particular, esta situación se está haciendo notar en Chile y en la región.
Entre las empresas más afectadas se encuentra Telefónica Hispam, una de las principales operadoras de telecomunicaciones de la región. Recientemente, los líderes de la compañía han realizado un fuerte llamado a modificar la regulación chilena y de la región para garantizar la sostenibilidad financiera de grandes operadoras como la suya.
Alfonso Gómez, CEO de la división de Telefónica Hispam que agrupa las operaciones de la firma española en varios países de América Latina, incluyendo Chile, Argentina, Colombia, Perú, Uruguay, Venezuela, México y Ecuador, ha advertido acerca de la necesidad de tomar medidas para enfrentar la crisis de rentabilidad que atraviesan los operadores. Según Gómez, esta crisis es el resultado de un aumento sostenido de costos, alta competitividad de precios en el mercado y por las exigencias regulatorias.
En un mundo cada vez más digitalizado, donde la conectividad es esencial para el desarrollo económico y social, la posibilidad de que las principales empresas de telecomunicaciones se enfrenten a dificultades financieras es motivo de preocupación. De hecho, este escenario ya ha forzado a algunas empresas a tomar medidas drásticas.
Es el caso de WOM, que se ha acogido al plan de protección de quiebras del Capítulo 11 en EE.UU. Esta es una medida que se toma cuando una empresa no puede pagar a sus acreedores y necesita reorganizar su estructura financiera para poder continuar operando. Por otro lado, VTR ha tomado la decisión de salir del mercado chileno, evidenciando la gravedad de la situación para algunas de las principales operadoras del país.
Estos movimientos son un claro indicador de la presión que están enfrentando las empresas de telecomunicaciones en la actualidad. Aunque la demanda de servicios de telecomunicaciones ha aumentado en los últimos años, especialmente debido a la pandemia de COVID-19, las empresas del sector están luchando para mantener su rentabilidad en un entorno de alta competencia y regulación estricta.
La llamada de Telefónica Hispam para cambiar la regulación es una señal de la necesidad de un equilibrio entre las demandas de los consumidores, las necesidades de las empresas y las expectativas de los reguladores. Si bien es importante garantizar que los consumidores tengan acceso a servicios de telecomunicaciones asequibles y de alta calidad, también es crucial garantizar que las empresas del sector puedan operar de manera sostenible y rentable.
Además, las implicaciones de la crisis financiera en las telecomunicaciones podrían extenderse más allá del sector en sí. Las telecomunicaciones son un componente esencial de la infraestructura moderna y desempeñan un papel clave en muchos otros sectores de la economía. Por lo tanto, cualquier perturbación en este sector podría tener efectos secundarios significativos en otras áreas.
Por lo tanto, la crisis de rentabilidad en las telecomunicaciones es un problema que requiere una atención inmediata y una solución equilibrada. Con su llamado a cambiar la regulación, Telefónica Hispam ha resaltado la importancia de este problema y ha abierto el camino para un debate esencial sobre el futuro de las telecomunicaciones en Chile y en la región.