La situación en la Franja de Gaza, un territorio palestino ubicado en la costa este del Mediterráneo y que limita con Israel y Egipto, sigue siendo crítica y se intensifica a medida que las negociaciones para lograr una tregua se estancan. El ejército de Israel ha emitido nuevas órdenes de evacuación forzosa a la población de Gaza, específicamente a los habitantes de la Ciudad de Gaza, la capital y principal núcleo del enclave palestino. Esta es la segunda vez que los residentes de esta zona reciben esta orden, que según la ley humanitaria internacional, es ilegal.
Durante los primeros días de la guerra en octubre pasado, las tropas de ocupación israelíes obligaron a cientos de miles de ciudadanos del norte de Gaza a trasladarse hacia la zona meridional. Fue el inicio de muchos movimientos forzados que han afectado a la población de Gaza y que ahora, nueve meses después, vuelven a repetirse, a pesar de los constantes bombardeos y los miles de muertos.
Según el portavoz en árabe de las Fuerzas Armadas israelíes, Avichay Adraee, la Ciudad de Gaza “seguirá siendo una peligrosa zona de combate”. Adraee compartió la orden de evacuación en su cuenta de X, adjuntando un mapa con la ruta de salida y los itinerarios. Los residentes pueden escapar tanto por la ruta de la costa, en el oeste, como por la que transcurre paralela a la valla de separación con Israel, en el este.
La resistencia armada palestina, liderada principalmente por Hamás, sigue siendo fuerte, a pesar de la superioridad numérica y militar de Israel. Barrios como Shujaiya, en la capital, son testigos de intensos combates y emboscadas de los milicianos palestinos a los soldados israelíes. A pesar de las grandes pérdidas, las fuerzas de Hamás se han logrado reorganizar. El Ministerio de Sanidad de Gaza reportó que, desde el inicio de la guerra en octubre pasado, han muerto 38.295 personas.
Además de los combates directos, los milicianos palestinos han recurrido a la colocación de bombas en el terreno que se activan al paso de los vehículos enemigos. La resistencia se ha resurgido en diferentes zonas como Zeitún o el campo de refugiados de Yabalia, el mayor de la Franja, donde los soldados israelíes han tenido que regresar.
La presión militar ha llevado a Médicos Sin Fronteras (MSF) a cerrar el último centro de salud que mantenían abierto en la zona norte de Gaza. De acuerdo con un comunicado de la organización, el cierre se produjo después de un «intenso tiroteo». Suhail Habib, uno de los mecánicos de MSF, grabó un video en el que relata las dificultades para conseguir comida y refugio, y su preocupación por los heridos que no pueden recibir atención médica.
La orden de evacuación de la Ciudad de Gaza se produjo un día después de que el ejército israelí bombardeara una escuela de Naciones Unidas en Jan Yunis, causando la muerte a unas treinta personas. En esta ciudad del sur, donde también se registran choques armados, el ejército ordenó la movilización forzosa de unos 200.000 ciudadanos hace una semana.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, insiste en que el objetivo es evitar que Hamás regrese a la zona fronteriza, donde afirma que los milicianos obtienen armas a través de túneles subterráneos que llegan hasta Egipto. Gallant se reunió con el enviado de Estados Unidos para Oriente Próximo, Brett McGurk, para discutir la posibilidad de un alto el fuego.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también recibió a McGurk y le transmitió su compromiso con un acuerdo, siempre y cuando se mantengan las líneas rojas de Israel, que incluyen la liberación de los cautivos y la posibilidad de continuar con la guerra contra Hamás.
En medio de esta situación, cientos de personas se han manifestado en la carretera que conecta Tel Aviv con Jerusalén, exigiendo a las autoridades un acuerdo que permita el regreso a casa de los más de 100 secuestrados, de los cuales se estima que unos 40 ya están muertos.