En un reciente Te Deum celebrado en la catedral de Buenos Aires, el arzobispo Jorge García Cuerva describió a la Argentina como un país que «aún hoy sufre las cadenas de diversas esclavitudes». Su mensaje fue claro y contundente, criticando a la dirigencia política de la nación por su aparente falta de sensibilidad hacia la situación del «argentino de pie». Entre los asistentes a la primera fila de esta misa se encontraba Javier Milei, quien presenció el sombrío diagnóstico de la Iglesia Católica sobre la actualidad de la nación sudamericana.
El arzobispo hizo un paralelismo entre la parábola del paralítico, en la que Jesús cura a un hombre que no puede caminar, y la realidad argentina de 2024, donde la pobreza y el desempleo son dos de las principales preocupaciones de la sociedad. García Cuerva se refirió a la multitud de «hermanos paralizados en su esperanza», afectados por el hambre, la soledad y una justicia largamente esperada. También hizo referencia a la falta de solidaridad y al egoísmo, y a cómo estos han afectado a tantos argentinos, dejándolos postrados en las calles de las grandes ciudades del país.
La situación económica en Argentina se ha deteriorado visiblemente, especialmente en Buenos Aires, la ciudad más rica del país. Según el último censo oficial, el número de personas sin hogar ha aumentado en los últimos años, llegando a al menos 4,000. En una semana, cuatro personas murieron por hipotermia en las calles.
A pesar de las duras palabras de García Cuerva, la celebración del día de la independencia del país fue motivo de fiesta para Milei, quien estaba acompañado por la vicepresidenta, Victoria Villarruel. Miles de personas se acercaron al centro de la capital para presenciar el mayor desfile militar de las últimas décadas y saludar al presidente.
Además, a pesar de las críticas de la Iglesia Católica argentina y del papa Francisco hacia Milei, el presidente y la vicepresidenta rompieron el protocolo y subieron a un tanque de guerra durante el desfile.
El gobierno de Milei ha sido criticado por su insensibilidad ante la situación social en Argentina. Sin embargo, el presidente ha excluido al presupuesto destinado a Defensa y Seguridad de los recortes de gasto público. Recientemente, el gobierno de Milei compró 24 cazas F-16 para renovar la flota aérea argentina y también aprobó la adquisición de armamento para las fuerzas policiales.
La oposición ha criticado los festejos del día de la independencia organizados por Milei. El gobernador de la provincia patagónica de Santa Cruz, Claudio Vidal, expresó en las redes sociales que «no es tiempo de fiestas ni grandes actos». Por su parte, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, defendió el federalismo, la industria, el trabajo y los recursos nacionales.
Kicillof y Vidal estuvieron ausentes en la firma del Pacto de Mayo en la ciudad norteña de Tucumán en la medianoche del lunes. En la misma Casa Histórica donde hace 208 años un grupo de congresales firmó la independencia de España, Milei encabezó un evento de espíritu fundacional rodeado de su gabinete y de 18 de los 24 gobernadores provinciales. El decálogo del acta firmada este 9 de julio es una síntesis de los principios que guían a Milei: reducir el Estado al mínimo, abrir Argentina al mundo y exterminar las ideas socialistas a las que considera culpables de la decadencia del país.