El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha dirigido su primera comunicación al público desde las recientes elecciones legislativas que se celebraron anticipadamente tras la victoria de la extrema derecha de Marine Le Pen en las elecciones europeas de junio. La situación política resultante en Francia es un desafío, con la Asamblea dividida en tres bloques, ninguno de los cuales tiene suficientes escaños para formar un gobierno por sí solo y con tensiones significativas que dificultan la creación de alianzas.
En una carta a los ciudadanos franceses publicada en varios medios de comunicación regionales, Macron ha afirmado que la elección del nuevo primer ministro estará condicionada a la creación de una mayoría de fuerzas republicanas, refiriéndose a partidos moderados como los socialistas, a la izquierda, y Los Republicanos, a la derecha.
Ha reiterado su postura de que no formará un gobierno con extremos, excluyendo así a la extrema derecha de Le Pen y la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon. Mientras tanto, Gabriel Attal, el actual jefe de gobierno, seguirá en su cargo «para garantizar la estabilidad».
Debido a la falta de una mayoría clara en las elecciones, Francia se ve obligada a formar un gobierno de coalición. A pesar de que la izquierda obtuvo más escaños, no logró suficientes para liderar el gobierno. La facción presidencial sigue de cerca y Marine Le Pen, que era favorita, se sitúa como tercera fuerza política.
La fragmentación del parlamento ha llevado a una gran incertidumbre y parálisis política. Desde el lunes, la izquierda ha estado intentando llegar a un consenso sobre un candidato a primer ministro, pero sin éxito. Las divergencias persisten sobre quién debería ser el candidato y de qué partido debería provenir. El bloque de izquierdas, conocido como el Nuevo Frente Popular, incluye a Francia Insumisa, a los socialistas y a los ecologistas. Macron ha dejado claro que el futuro gobierno no incluirá a los primeros.
Se espera que Macron nomine un gobierno que refleje los resultados de las elecciones. Algunos ministros han sugerido formar una alianza con Los Republicanos, un partido de derecha moderada. Aunque sus escaños sumarían una mayoría, sería mal considerado ya que Los Republicanos quedaron en cuarta posición en las elecciones legislativas.
En su carta, Macron sostiene que «nadie ha ganado» las elecciones. Argumenta que las fuerzas políticas están relativamente igualadas y que muchos candidatos de su partido o de la izquierda retiraron sus candidaturas en la segunda vuelta electoral para hacer barrera contra Marine Le Pen.
El sistema de doble vuelta de Francia permite que algunos candidatos no pasen la primera vuelta, obligando a sus votantes a respaldar a otro candidato con el principal objetivo de bloquear a un candidato de extrema derecha. Macron sostiene que de alguna manera existe una mayoría absoluta, que sería la de las fuerzas moderadas que se oponen a los extremos.
Macron concluye su mensaje con un llamado a la unidad: «Divididas en la primera vuelta, y unidas por estas retiradas mutuas en la segunda, elegidas gracias a los votos de los electores de sus antiguos adversarios, sólo las fuerzas republicanas representan la mayoría absoluta. La naturaleza de estas elecciones, marcadas por una clara demanda de cambio y de compartir el poder, nos obliga a construir una gran alianza».