La temperatura en el Palacio de Tribunales fue más fría que el frío extremo de 9 grados registrado en la Región Metropolitana este miércoles. Al finalizar las audiencias en las cuatros salas de la Corte Suprema – civil, penal, constitucional, y laboral-familia, un anuncio sorprendente llegó a los ministros: un pleno extraordinario se llevaría a cabo el jueves a las 8:00 AM.
Aunque la razón de la convocatoria no fue revelada explícitamente, ya se sabía que la Comisión de Ética había decidido notificar ese mismo miércoles a cuatro ministros sobre la apertura de un proceso administrativo en su contra. Este proceso se relaciona con supuestos chats que los vincularían en investigaciones penales abiertas por el Ministerio Público.
Este repentino giro fue percibido por muchos como un nuevo golpe del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco, quien también lidera la recién reactivada Comisión de Ética. Durante un pleno ordinario realizado el lunes anterior, Blanco había aclarado a los ministros Ángela Vivanco, Jean Pierre Matus y María Teresa Letelier que la instancia, a cargo de la jueza Adelita Ravanales, estaba simplemente recopilando información y no se refería a ningún “miembro determinado de esta Corte”.
El prosecretario de la Corte Suprema, Marcelo Doering, se acercó a los ministros mencionados en la investigación y les notificó que cada uno es el blanco de una causa administrativa disciplinaria por parte de la instancia de ética, que fue reactivada de oficio por el presidente del máximo tribunal hace algunas semanas.
El magistrado Mario Carroza, uno de los jueces involucrados en el caso, había renunciado a su rol en la Comisión de Ética tras ser nombrado en un reportaje, pero su dimisión fue rechazada por el pleno.
La decisión de Blanco de convocar a la Comisión de Ética había generado incredulidad entre algunos integrantes de la Corte Suprema. Según los abogados, la convocatoria fue una reacción a las críticas sobre su falta de liderazgo. En un pleno realizado el 24 de junio, Blanco decidió ejercer la facultad que le otorga el auto acordado del 2007 y convocó de oficio a la instancia, lo que fue respaldado por todos los presentes, excepto los ministros que no estaban ese día.
El ambiente en la Corte Suprema se ha vuelto tóxico debido a este caso, según uno de los integrantes del máximo tribunal. Aunque algunos reconocen que existe la necesidad de examinar los casos judiciales “Topógrafo” y el de Luis Hermosilla, también se menciona que varios miembros del tribunal podrían tener dificultades al revisar cómo alcanzaron sus posiciones y el comportamiento de sus familiares.
Sergio Muñoz, presidente de la Tercera Sala, ha sido uno de los jueces más impetuosos en la realización de un proceso ético. Sin embargo, cuatro magistrados recuerdan que cuando su hija fue sumariada por trabajar desde Europa y vinculada al caso Fundamenta, ninguno de los integrantes del Poder Judicial hizo tema de ello en el pleno.
La crisis en la Corte Suprema comenzó hace algunas semanas cuando el Ministerio Público abrió una investigación por la presunta revelación de secretos de acuerdos del pleno del máximo tribunal. Los chats fueron revelados por Ciper, que también mostró una conversación de WhatsApp entre Gonzalo Migueles, pareja de la ministra Ángela Vivanco, y el fiscal regional de Aysén, Carlos Palma.
Finalmente, según Ciper, Matus aparecería en chats de Hermosilla en la época de su ascenso al cupo de ministro externo del máximo tribunal, pese a que el magistrado ha asegurado que no posee conversación alguna con el penalista. La crisis que se ha instalado en el máximo tribunal amenaza con profundizarse, pero todo se seguirá escribiendo en los plenos de la era Blanco.