En medio de protestas contra la guerra en Gaza, Marruecos adquiere un satélite espía de Israel | Internacional

EL PAÍS

El Gobierno de Marruecos ha firmado un contrato con la empresa estatal Industrias Aeroespaciales de Israel (IAI) para la compra de un satélite espía de nueva generación Ofek-13 por un importe de al menos 1.000 millones de dólares (unos 925 millones de euros), según han informado medios israelíes y marroquíes, y de acuerdo con una comunicación del vendedor a la Bolsa de Tel Aviv. El acuerdo ha sido rubricado en secreto en Rabat por el presidente ejecutivo de IAI, el exministro de Defensa Amir Peretz, de origen marroquí, y prevé la entrega del nuevo satélite de inteligencia en un plazo de cinco años.

Este anuncio de venta de armamento se produce en medio de una ola de protestas populares contra la guerra en Gaza convocadas por organizaciones islamistas y de la izquierda marroquí, que se han extendido a los campus universitarios. Los estudiantes fueron llamados a acudir a los exámenes portando la kufiya, el tradicional pañuelo palestino.

El acuerdo de compra del satélite espía se produce tras la normalización de relaciones bilaterales entre Israel y Marruecos en 2020, en el marco de los llamados Acuerdos de Abraham apadrinados por Estados Unidos. En 2021, ambos gobiernos firmaron un acuerdo de cooperación militar y de seguridad sin precedentes en otras naciones musulmanas. A cambio de esta normalización de relaciones, Washington aceptó reconocer la soberanía de Marruecos sobre la antigua colonia española del Sáhara Occidental, un territorio aún pendiente de descolonización según la ONU.

El satélite espía Ofek-13, que Israel puso en órbita en marzo, detecta personas y objetos con una resolución inferior a los 50 centímetros, frente a los actuales satélites de observación de Marruecos, construidos por los grupos franceses Thalis y Airbus, cuya máxima capacidad de detección se limita a algo menos de un metro.

Un diplomático israelí destacado en Rabat aseguró que, a pesar de la guerra contra Hamas, nunca se ha interrumpido la cooperación bilateral en sectores como la gestión del agua y la agricultura, y la defensa. Tras la notificación del contrato a la Bolsa de Tel Aviv, la cotización de la empresa IAI ha aumentado. Según informa el diario Calcalist, los servicios de seguridad israelíes revelaron que Marruecos también adquirió baterías del sistema avanzado de defensa antiaérea Barak 8 en un megacontrato de unos 500 millones de dólares.

Sin embargo, esta alianza militar con Israel ha generado contradicciones internas en Marruecos. La revelación de que un barco de guerra israelí hizo escala en el puerto de Tanger Med a comienzos de junio provocó críticas y acusaciones de «participación en un genocidio» por parte del Frente Marroquí de Apoyo a Palestina y contra la Normalización [con el Estado judío], que agrupa a una veintena de partidos de izquierda, sindicatos y asociaciones.

Los estudiantes universitarios en Marruecos han seguido la estela de las protestas en los campus estadounidenses y europeos contra la guerra en Gaza. Han habido numerosas concentraciones y manifestaciones en los grandes centros de Rabat, Casablanca, o Tánger, pero también en nuevos campus de élite como la Politécnica Mohamed VI de Benguerir (sur). Esta universidad mantiene acuerdos de colaboración con ocho centros israelíes, incluyendo la Universidad Hebrea de Jerusalén y el Technion de Haifa, que los estudiantes exigen sean cancelados en solidaridad con los palestinos de Gaza.

Varios militantes islamistas han recibido condenas de cárcel por cuestionar en las redes sociales los lazos entre Marruecos y el Estado judío. Según el último Barómetro Árabe de opinión, publicado en junio, el apoyo de los marroquíes a la normalización de relaciones con Israel ha caído hasta el 13%, desde el 31% registrado hace dos años. Un 54% de los consultados define la guerra de Gaza como “masacre” o “genocidio”.

La diplomacia marroquí ha difundido comunicados de condena a Israel por los ataques contra civiles en Gaza, en los que se reitera la posición oficial a favor de la solución de los dos Estados. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, remitió una carta al rey de Marruecos anunciando el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el territorio del Sáhara Occidental.

Finalmente, el Gobierno marroquí aprobó la creación de dos zonas de industria militar que se centrarán en el desarrollo de inversiones vinculadas a la defensa y la seguridad, incluyendo la producción de armas y municiones. La compañía israelí Bluebird Aerosystems anunció la apertura de una fábrica de drones en Marruecos, que entrará en servicio en un futuro próximo. Un informe del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (SIPRI) señala que entre 2019 y 2023 Israel fue el tercer mayor país exportador de armamento a Marruecos, tras Estados Unidos y Francia, con un 11% de sus importaciones militares.

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