El Reino Unido ha inaugurado su nuevo Parlamento, caracterizado por la entrada de un alto número de «novatos». De hecho, más de la mitad de los diputados, 335 de un total de 650, han sido elegidos por primera vez. Este cambio se produce en medio de una gran salida de diputados conservadores y una avalancha de nuevos miembros del Partido Laborista.
El Primer Ministro Keir Starmer, líder del Partido Laborista, disfruta de una abrumadora «supermayoría» en el renovado Parlamento de Westminster, con el 63% de los escaños, a pesar de haber obtenido solo el 34% de los votos. Esta situación ha generado un clamor por una reforma electoral que permita la implementación de un sistema proporcional.
El Partido Conservador ha sufrido una importante derrota, perdiendo 250 de sus escaños y quedándose con sólo 121 en el nuevo Parlamento. Entre las derrotas más destacadas se incluyen figuras renombradas como la ex primer ministro Liz Truss, la ex candidata a líder Penny Mordaunt y la mitad del gabinete de Rishi Sunak, quien consiguió mantener su escaño por poco margen.
Por su parte, el Partido Liberal-Demócrata de Ed Davey se ha consolidado como la tercera fuerza política del Reino Unido, con 72 escaños y un porcentaje de votos del 12,2%. Este partido es el que más se ha beneficiado del actual sistema mayoritario uninominal, conocido como «first-past-the-post».
El populista Nigel Farage ha conseguido finalmente su entrada en Westminster, aunque su partido, Reform UK, sólo ha logrado cinco escaños a pesar de haber obtenido el 14,3% de los votos. Por su parte, Carla Denyer ha conseguido introducir a sus cuatro diputados del Green Party en el Parlamento. Además, cuatro parlamentarios independientes han logrado entrar al Parlamento tras plantar cara al Partido Laborista por su política en Gaza. Por último, el joven Sam Carling, con 22 años, se ha convertido en el primer parlamentario nacido en el siglo XXI.
El laborista Linsday Hoyle repetirá previsiblemente como «speaker» o presidente de la Cámara de los Comunes, que supera también por primera vez el listón del 40% de mujeres, con 93 nuevas diputadas laboristas. La representación de minorías étnicas también ha aumentado, llegando al 14%.
Entre las nuevas caras del Parlamento destaca Nigel Farage, líder de Reform UK. A sus 60 años y en su octavo intento, Farage ha conseguido finalmente entrar en Westminster como diputado por Clacton. Durante dos décadas ha sido eurodiputado y fundador del Ukip, y es conocido como «Mr. Brexit», apodo que le otorgó su amigo Donald Trump.
La co-líder del Green Party, Carla Denyer, ha conseguido también un gran salto cualitativo para su partido, con cuatro diputados y el 7% de los votos. Con 39 años, Denyer es conocida por su defensa enérgica de la causa ambiental durante los debates televisivos.
Roz Savage, la nueva diputada liberal-demócrata por South Cotswolds, entra en el Parlamento a sus 56 años precedida por sus cuatro récords Guinness, incluyendo el de haber sido la primera mujer en atravesar a remo en solitario el Atlántico, el Pacífico y el Índico.
Sam Carling, el «benjamín» del nuevo Parlamento, tiene 22 años, acaba de licenciarse en Ciencias por Cambridge y es el primer diputado británico nacido en este siglo. Tuvo la osadía de desafiar al veterano conservador Shailesh Vara, que logró una mayoría de casi 26.000 votos en 2019.
Shockat Adam, proclamó «Esto es por la gente de Gaza!», al vencer como «independiente» al candidato oficial del Partido Laborista, Jonathan Ashworth, en Leicester South. Adam, de 51 años, oculista de profesión, fue voluntario laborista en pasadas campañas pero se desmarcó del partido por la postura de Keir Starmer ante la guerra de Gaza.
Por último, Ayouh Khan es otro de los cuatro independientes pro-Gaza que han arrebatado escaños a los laboristas en distritos con alto porcentaje de votantes musulmanes. Su rival fue de hecho el primer candidato musulmán que accedió al Parlamento en 2001, el veterano laborista Khalid Mahmood, que pagó cara la política de Starmer.