El primer ministro de la India, Narendra Modi, realizó su primer viaje oficial a Rusia en un lustro, en medio de la creciente sombra de la alianza militar ruso-china sobre su propio país. La visita de dos días estuvo destinada a abordar con el presidente ruso, Vladímir Putin, un complicado juego geopolítico con múltiples aristas, incluyendo la compra de petróleo ruso a precio de saldo y la creciente cooperación militar de Moscú con Pekín.
Modi expresó su deseo de profundizar en la asociación estratégica, especial y privilegiada entre sus países, especialmente en áreas de cooperación futuristas. Los dos líderes celebraron su renovación en el poder, con Modi en la posición desde 2014 y Putin desde finales de 1999.
El portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, comparó la atención de Occidente a la visita de Modi con un ataque de celos, afirmando que hay algo de gran importancia en juego. Sin embargo, la relación entre India y Moscú no es totalmente armónica. India hizo un gesto a favor de Kiev al asistir a la cumbre de paz para Ucrania celebrada en junio en Suiza, sin reconocer la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014 ni la ocupación del resto de los territorios ucranianos.
Además, India ha mostrado su disgusto con Moscú en los últimos meses por el reclutamiento de sus ciudadanos para la invasión de Ucrania. Nueva Delhi reconoció la muerte de al menos dos personas en junio, y un mes antes desarticuló una red de alistamiento en sus calles a través de ofertas de trabajo falsas en Rusia.
Desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania, India ha caminado por el filo de la navaja entre Occidente y Moscú. Putin y Modi han abordado una alternativa para los pagos entre ambos países debido a que los bancos rusos fueron desconectados del sistema Swift. Al mismo tiempo, su intercambio comercial ha aumentado significativamente. India tiene su propio sistema bancario, RuPay, y Rusia ha promovido su modelo Mir, aunque este último también ha sido sancionado por el Departamento del Tesoro estadounidense.
India ha sido uno de los países más beneficiados por las sanciones a Rusia. Nueva Delhi compra petróleo a Moscú a precio de saldo y lo refina para su mercado interno y para revenderlo posteriormente a Occidente. Como resultado, el volumen comercial entre ambos países se ha multiplicado desde el inicio de la guerra.
Mientras tanto, el Departamento del Tesoro estadounidense no ha vetado la importación de crudo ruso siempre que sus clientes se atengan al tope que impuso Washington de 60 dólares por barril. El motivo es que su precio podría dispararse si la oferta se reduce de repente, lo que incluso podría beneficiar a Rusia si vende menos, pero mucho más caro.
En medio de este complejo marco geopolítico, se cierne la sombra de China. Esta es la primera reunión cara a cara entre Modi y Putin desde septiembre de 2022, en un momento en que India y China están librando su propia guerra fría. Ambas naciones comparten más de 3.300 kilómetros de frontera y el estatus de potencias nucleares. Mientras el mundo entero miraba hacia Ucrania en 2022, ambos estados se enzarzaron en nuevos choques fronterizos en el Himalaya con varias muertes.
La creciente cercanía entre Rusia y China probablemente causará malestar en India, según Nivedita Kapur, experta en relaciones internacionales de la Escuela Superior de Economía de Rusia. Como respuesta, India se ha convertido en un miembro activo de la alianza Quad (Estados Unidos, India, Australia y Japón) y promueve la cooperación en el Indo-Pacífico, para consternación de Rusia.
Por su parte, India está actualizando su ejército con material occidental, mientras su espina dorsal en el pasado se basaba en las armas soviéticas. «La diversificación en defensa emprendida hace varios años ha hecho que Francia, Estados Unidos, Israel y otros países emerjan como socios importantes de la India junto a Rusia», apunta Kapur.
Finalmente, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, mencionó en un foro en junio una vieja idea de los años noventa de su predecesor en el cargo Yevgueni Primakov: la plataforma Rusia-China-India. “No se reúne ahora, no es culpa nuestra, pero hay planes para recuperar este formato”, aseguró Lavrov.