El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se encuentra bajo el escrutinio de la Unión Europea (UE) debido a sus recientes visitas a los líderes de Rusia y China. Orbán, quien actualmente preside el Consejo de la UE, ha definido estas visitas como parte de su «misión de paz» para Ucrania. Sin embargo, su interacción con el presidente ruso Vladímir Putin y el líder chino Xi Jinping ha generado preocupación y enfado dentro de la UE.
En dos informes confidenciales enviados al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y a los líderes de los Estados miembros, Orbán resumió sus conversaciones con Putin y Xi. En estos informes, argumentó que Europa debe tomar la iniciativa de paz sin depender de Estados Unidos. Según Orbán, los próximos dos meses en el frente de batalla en Ucrania serán «más dramáticos que nunca».
Orbán, quien tiene una estrecha relación con Putin y una especial afinidad con el ex presidente estadounidense Donald Trump, también discutió posibles escenarios para el conflicto en Ucrania después de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos con el líder chino.
La posición de Orbán frente a la crisis en Ucrania ha sido objeto de críticas por parte de varios líderes europeos. Muchos lo acusan de «instrumentalizar» la presidencia de la UE y han pedido explicaciones sobre sus acciones. Sin embargo, Orbán insiste en que su objetivo es abrir canales de comunicación con ambas partes en el conflicto.
La controversia en torno a la posición de Orbán ha llevado a Budapest a afirmar que los informes ya estaban previstos, independientemente de la reacción de la UE. Los representantes diplomáticos de los Veintisiete hablarán de la controversia este miércoles en una reunión en Bruselas.
Orbán ha mostrado una actitud desafiante frente a la UE en el pasado. Ha dilatado la aprobación de sanciones contra Rusia y ha bloqueado más de 6.000 millones de euros destinados a reembolsar la ayuda militar que los Estados miembros han proporcionado a Ucrania. A pesar de las críticas, Orbán se ve a sí mismo como un mediador en el conflicto, a pesar de que Hungría carece de gran influencia en la UE.
En sus informes, Orbán también presentó la visión de Rusia y China sobre la guerra en Ucrania. Según él, la UE debería hablar con China, a pesar de los contenciosos comerciales existentes y las acusaciones de la OTAN de que China está ayudando a Rusia en su esfuerzo de guerra.
Orbán también afirmó que Putin considera relevante una propuesta de paz que se discutió en la primavera de 2022 con mediación turca. Este plan dejaría a la península ucraniana de Crimea bajo ocupación rusa por el momento, pero sin reconocimiento ucranio.
Las acciones de Orbán han llevado a los líderes europeos y a las instituciones de la UE a advertirle que no tiene ningún mandato para negociar con Rusia en nombre de Europa. Además, Ucrania ha enfatizado que solo Estados Unidos, China y la Unión en su conjunto pueden aspirar a algún tipo de mediación. En respuesta a estas críticas, Orbán aseguró que no presentó ninguna propuesta en nombre del Consejo de la UE.