El jefe del Ejército de Chile, el General Javier Iturriaga, destacó la importancia de los procesos formativos y de instrucción del Ejército, al tiempo que lamentó los recientes incidentes que han resultado en la pérdida de la vida de los conscriptos, como sucedió en la marcha fatal de Putre que costó la vida de Franco Vargas.
Iturriaga hizo estas declaraciones durante los actos de Juramento a la Bandera que tuvieron lugar en el Templo Votivo de Maipú, donde enfatizó el compromiso de la institución con la seguridad de sus integrantes en el marco de los riesgos inherentes a su profesión. El comandante en jefe del Ejército enfatizó que “los procesos formativos, de instrucción y de entrenamiento en el Ejército, están programados para impartirse de manera gradual y controlada», con el objetivo de incorporar conocimientos, habilidades y destrezas de acuerdo con el progreso individual y colectivo de una unidad.
El general recordó que, a pesar de los esfuerzos por garantizar la seguridad de sus integrantes, el Ejército ha tenido que lamentar incidentes con trágicos resultados en su historia reciente. «Hemos tenido que lamentar episodios con trágicos resultados, lo que nos obliga a seguir reforzando nuestros procesos formativos y de instrucción», dijo Iturriaga.
El líder militar remarcó que, a pesar de comprender plenamente los riesgos que conlleva su profesión, ninguna actividad en tiempo de paz debería resultar en la pérdida de un miembro de la institución. «Bien comprendemos los riesgos de nuestra profesión, pero ninguna actividad en tiempo de paz, merece lamentar la pérdida de un integrante de nuestra institución», expresó.
Además de la formación y la instrucción, Iturriaga también destacó la importancia de la formación valórica en el Ejército, que, según él, es parte de los cimientos de la profesión militar. «Es parte de los cimientos de la profesión militar, y está sustentada en la normativa legal nacional e internacional vigente», indicó.
Estas declaraciones de Iturriaga llegan en un momento en que el Ejército de Chile ha sido objeto de críticas por su manejo de la formación y el entrenamiento de los conscriptos. En particular, el incidente en Putre, donde Franco Vargas perdió la vida durante una marcha, ha puesto en el punto de mira la seguridad y el bienestar de los conscriptos durante su formación y entrenamiento.
El compromiso del Ejército con la formación, la instrucción y la seguridad de sus conscriptos es fundamental no solo para la efectividad de la institución, sino también para la confianza del público en la misma. Las palabras de Iturriaga refuerzan este compromiso y sugieren un esfuerzo continuo para mejorar y reforzar estos procesos.
Es importante recordar que, si bien la formación y la instrucción son aspectos fundamentales de la preparación de los conscriptos para su desempeño en el Ejército, también lo es su seguridad y bienestar. Como señaló Iturriaga, ninguna actividad en tiempo de paz debería resultar en la pérdida de un miembro de la institución, y es responsabilidad del Ejército garantizar que esto no ocurra.
El Ejército de Chile, como cualquier otra institución militar, enfrenta desafíos únicos en términos de formación, instrucción y seguridad. Sin embargo, es crucial que estos desafíos sean abordados de manera efectiva para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los miembros de la institución. Las palabras de Iturriaga parecen reconocer este hecho, y sugieren un compromiso con la mejora continua de estos procesos.
En última instancia, el Ejército de Chile tiene la responsabilidad no solo de formar e instruir a sus conscriptos, sino también de garantizar su seguridad y bienestar. Las palabras de Iturriaga reflejan un reconocimiento de esta responsabilidad y un compromiso con su cumplimiento. Solo el tiempo dirá cómo se traducirán estas palabras en acciones concretas y cambios en la forma en que el Ejército maneja estos aspectos cruciales de su operación.