La noticia que se remonta a hace 22 años, en 2002, cuando el cuerpo de un turista estadounidense desapareció tras una avalancha en el nevado Huascarán, la montaña más alta del Perú con 6.768 metros de altitud, ha cobrado vida nuevamente. La agencia oficial Andina informó que el cuerpo momificado del desafortunado montañista fue descubierto en la mencionada montaña.
La Polícia Nacional de Perú (PNP) confirmó el hallazgo del montañista que, según las primeras investigaciones, habría muerto sepultado por la nieve hace 22 años, después que una avalancha se registrara en la zona. La PNP recibió la alerta del hallazgo de un cadáver en el nevado Huascarán, ubicado en la sierra de la región Áncash.
Un equipo de rescatistas del Departamento de Salvamento de Alta Montaña de la PNP fue desplegado para investigar esta alerta. Después de varias horas de búsqueda, encontraron el cadáver momificado. Lo que fue especialmente notable fue que el cuerpo conservaba intactas las vestimentas y herramientas de escalada, incluyendo crampones, arneses y cuerdas de seguridad.
El cuerpo fue encontrado a una altitud de 5.200 metros sobre el nivel del mar. La zona es de alto riesgo para avalanchas y está llena de grietas, lo que complicó el rescate del montañista estadounidense. La agencia Andina proporcionó detalles adicionales sobre el rescate y confirmó que una vez que los rescatistas lograron llevar el cuerpo a una zona más baja, representantes del Ministerio Público realizaron la diligencia de levantamiento de cadáver.
Después de cumplir con las diligencias en el lugar del hallazgo, se ordenó el traslado del cuerpo a la morgue para los procedimientos legales correspondientes. Durante la revisión preliminar del cuerpo, se encontró un carné de conducir que corresponde al ciudadano William Stampel, procedente de California (EEUU).
Este descubrimiento despierta la memoria de la avalancha ocurrida en el Huascarán en junio de 2002, que sepultó a tres turistas. El primer cuerpo fue encontrado hace veinte años. Ahora, con el hallazgo de Stampel, aún queda por localizar el tercer montañista desaparecido.
Este caso resalta el peligro y riesgo que los montañistas enfrentan cuando deciden escalar estas altas cumbres. A pesar de estar equipados con herramientas de escalada como crampones, arneses y cuerdas de seguridad, la naturaleza puede ser impredecible y a veces, mortal.
La montaña Huascarán, con su altura de 6.768 metros, es un destino popular para los montañistas de todo el mundo. Sin embargo, las condiciones de alto riesgo como las avalanchas y las grietas en el hielo pueden llevar a desafortunados accidentes como el que le ocurrió a William Stampel y a otros dos turistas hace 22 años.
El hallazgo de Stampel resalta la importancia de la labor del Departamento de Salvamento de Alta Montaña de la PNP y de todas las agencias de rescate que trabajan en condiciones extremas para recuperar a aquellos que han encontrado un final desafortunado en sus aventuras. También es un recordatorio para los montañistas y turistas de que deben tomar todas las medidas de seguridad posibles al enfrentarse a la imponente majestuosidad de la naturaleza.
La noticia del hallazgo de Stampel es un recordatorio de los riesgos asociados con la montaña y la importancia de tomar precauciones de seguridad adecuadas al embarcarse en tales aventuras. También es una manera de dar algo de paz a la familia de Stampel, quienes finalmente tienen respuestas sobre su desaparición en 2002.