La Segunda Sala Penal de la Corte Suprema de Chile ha dado luz verde a la extradición a Italia de tres ex militares chilenos. Estos militares han sido condenados a cadena perpetua en Italia por su presunta responsabilidad en torturas, desapariciones y ejecuciones de ciudadanos italo chilenos durante el Plan Cóndor en la década de los setenta.
La Operación Cóndor fue una campaña de represión política y terrorismo de Estado llevada a cabo por las dictaduras del Cono Sur de América en las décadas de 1970 y 1980. Esta operación fue coordinada por las agencias de inteligencia de las dictaduras de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia, con la cooperación de la CIA de Estados Unidos. Se estima que la operación resultó en decenas de miles de personas asesinadas, desaparecidas y encarceladas.
El fallo de la Corte Suprema chilena, que accede a la solicitud de la justicia italiana, es un hito en la lucha por la justicia y la rendición de cuentas por los crímenes cometidos durante el Plan Cóndor. Los tres ex militares, cuyos nombres no han sido revelados, están acusados de participar en la desaparición y asesinato de ciudadanos italo chilenos.
Sin embargo, la decisión de la Corte Suprema no implica que los tres ex militares serán inmediatamente enviados a Italia. Aún queda un largo camino legal por recorrer antes de que se pueda efectuar la extradición. A partir de ahora, será el gobierno chileno quien tenga la última palabra sobre si los tres ex militares son finalmente enviados o no a Italia para cumplir su condena.
La decisión de la Corte Suprema ha sido recibida con satisfacción por las organizaciones de derechos humanos y las familias de las víctimas del Plan Cóndor. Sin embargo, también ha generado críticas por parte de aquellos que consideran que la extradición de los ex militares a Italia es un intento de interferencia en los asuntos internos de Chile por parte de un país extranjero.
En cualquier caso, la decisión de la Corte Suprema chilena representa un paso importante en la lucha por la justicia y la rendición de cuentas por los crímenes cometidos durante la Operación Cóndor. Aunque el camino hacia la justicia todavía es largo y está lleno de obstáculos, la decisión de la Corte Suprema chilena ofrece una esperanza a las víctimas y a sus familias de que algún día se podrá hacer justicia.
Finalmente, cabe señalar que este caso pone de relieve la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra la impunidad por los crímenes de lesa humanidad. La decisión de la Corte Suprema chilena es un ejemplo de cómo la cooperación judicial internacional puede contribuir a la rendición de cuentas y la justicia por los crímenes más graves cometidos durante el pasado reciente de América Latina.