El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, después de haber visitado Kiev y Moscú la semana pasada, tomó por sorpresa a todos los observadores al aparecer este lunes por la mañana en Pekín para una reunión con el presidente chino, Xi Jinping. Esta visita no estaba prevista en ninguna agenda, lo que ha aumentado el interés a nivel mundial. Xi Jinping, quien siempre ha tenido una relación amistosa con su mayor aliado dentro de la Unión Europea, recibió a Orban con los brazos abiertos.
Orban, al aterrizar en la capital china, publicó en su cuenta de X, «Misión de paz 3.0«. Esta declaración dejó claro que su tercer viaje al extranjero desde que Hungría asumió la Presidencia rotatoria de la UE a principios de julio, estaría centrado en discutir con Xi Jinping su propuesta para un posible acuerdo de paz en Ucrania. Un plan que, hasta ahora, no cuenta con el respaldo ni de Kiev ni de la Comisión Europea.
La visita de Orban a China se produce después de sus conversaciones cara a cara con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y tras su visita a Vladimir Putin en Moscú. Estas acciones no han sido bien recibidas por muchos líderes europeos.
Según un comunicado de la emisora estatal china CCTV, las conversaciones entre los dos líderes en Pekín se centraron en una comunicación en profundidad sobre la guerra en Ucrania. Durante el encuentro, Xi afirmó que China y Hungría tienen las «mismas propuestas básicas» sobre Ucrania, y agregó que «sólo cuando todas las grandes potencias ejerzan energía positiva en lugar de negativa, el conflicto podrá ver el amanecer de un alto el fuego lo antes posible».
Hungría se encuentra en un punto medio entre su membresa en la UE y la OTAN, y su cercanía a China y Rusia. Al igual que Pekín, el Gobierno de Orban se ha posicionado en contra de las sanciones de EEUU y la UE al régimen de Putin por la invasión rusa de Ucrania. Además, Hungría continúa comprando a Moscú la mayor parte de su combustible.
Por su parte, Xi ha profundizado su «asociación estratégica» con Putin, con quien ha mantenido dos reuniones en persona en los últimos dos meses. Pero China defiende su papel de neutralidad y sus intentos de mediación, recordando que lanzaron un «plan de paz» centrado en 12 puntos donde pedían el respeto a la soberanía de todos los países y un llamamiento al alto al fuego.
«China es un poder clave en la creación de las condiciones para la paz en la guerra. Por eso vine a reunirme con el presidente Xi en Pekín, apenas dos meses después de su visita oficial a Budapest», escribió Orban también en X, recordando que el líder chino había estado en Budapest en mayo, donde firmó 16 acuerdos de cooperación económica.
Después de Pekín, la siguiente parada de Orban es Washington, donde esta semana comienza la cumbre de la OTAN. El jefe de la Alianza, Jens Stoltenberg, expresó hace unos días que esperaba que Orban compartiera con el resto de los líderes el contenido de las conversaciones que había mantenido con Putin.
En medio de este escenario lleno de tensiones y desafíos, la acción de Orban pone de manifiesto la complejidad y delicadeza de la situación geopolítica actual, y cómo los líderes de la UE están navegando cuidadosamente en este entorno para garantizar la estabilidad y la paz.