El experimentado economista Federico Sturzenegger de 58 años, originario de Rufino, ha sido nombrado esta semana como el encargado de implementar las políticas de desregulación del presidente argentino, Javier Milei. Esta designación se produce después de su contribución en la redacción del decreto de diciembre que eliminó numerosas regulaciones estatales y en el desarrollo de la denominada Ley Bases, cuya versión modificada fue aprobada recientemente por el Congreso.
Ahora, Sturzenegger ha sido nombrado como ministro de Desregulación y Transformación del Estado, un puesto nunca antes existente en el gabinete con el objetivo principal de reducir la presencia estatal en Argentina a su mínima expresión. Este es un paso audaz tomado por el presidente Milei, conocido por sus posturas ultraderechistas, y marca un importante cambio de dirección en la política argentina.
Milei había estado contemplando durante meses cómo incorporar a Sturzenegger en su gabinete, pero se encontró con la resistencia de su ministro de Economía, Luis Caputo. Las tensiones entre Caputo y Sturzenegger se remontan a la época en la que ambos formaban parte del equipo económico del ex presidente Mauricio Macri (2015-2019). Durante esa administración, Sturzenegger lideraba el Banco Central mientras Caputo se desempeñaba como ministro de Finanzas.
El nombramiento de Sturzenegger en el gabinete de Milei marca un punto de inflexión en su carrera profesional. Después de un periodo de alta inflación durante su tiempo en el Banco Central que culminó con su renuncia, Sturzenegger se refugió en el mundo académico y dedicó su tiempo a enseñar economía en Harvard y a analizar la legislación argentina en relación con el libre mercado.
Durante ese tiempo, Sturzenegger desarrolló una lista de leyes que consideraba necesarias para ser eliminadas o reformadas y tenía la intención de publicar un libro sobre sus hallazgos. Sin embargo, sus planes cambiaron después de un encuentro en 2023 con Patricia Bullrich, la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, la alianza de Mauricio Macri. En lugar de publicar su libro, Sturzenegger presentó su plan de desmantelamiento del Estado a Bullrich y se unió a su equipo de asesores.
Sturzenegger encontró en Milei a un presidente que comparte su visión económica. Milei considera al Estado como una entidad que debe ser «exterminada» desde dentro. Tomó la lista elaborada por Sturzenegger y la convirtió en un decreto de necesidad y urgencia, que se convirtió en un ícono del comienzo de su gobierno.
Sturzenegger participó también en la redacción de la Ley Bases, una norma ambiciosa de más de 600 artículos que abría la puerta a la privatización de empresas públicas, la eliminación de organismos de control y secretarías y hasta una amplia reforma laboral. A pesar de la resistencia de los poderosos sindicatos peronistas y las limitaciones impuestas por el Parlamento, la ley fue finalmente aprobada en una versión reducida.
Ahora, como ministro de Desregulación del Estado, Sturzenegger tiene una nueva oportunidad para implementar las ideas en las que cree. Su primera medida será enviar al Congreso la Ley Hojarascas, con la que pretende eliminar un cien normas que considera obsoletas y perjudiciales para el crecimiento económico. Aquellos que lo conocen de cerca confían en que esta vez pueda cumplir sus objetivos.
