El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha salido al paso de las llamadas de algunos congresistas para que renuncie a la reelección. Este drama interno ha estado consumiendo al Partido Demócrata desde el debate de Atlanta. En una carta dirigida a los congresistas, Biden asegura que está “firmemente comprometido” con su plan de presentarse a la reelección y hace un llamado para recuperar la unidad interna para poner sus esfuerzos en derrotar a Donald Trump.
“La cuestión de cómo avanzar ha estado bien ventilada durante más de una semana. Y ya es hora de que termine”, expresa Biden en su misiva. Consciente de que quedan 42 días para la Convención Demócrata y 119 para las elecciones generales, el presidente insiste en la necesidad de unir esfuerzos y avanzar como un partido unificado para derrotar al exmandatario republicano.
Biden recuerda a sus compañeros de partido que el candidato se elige a través de las primarias, un proceso abierto a cualquiera que quisiera presentarse. “Solo tres personas decidieron desafiarme. A uno le fue tan mal que abandonó las primarias para presentarse como independiente. Otro me atacó por ser demasiado viejo y fue derrotado contundentemente. Los votantes del Partido Demócrata han votado. Me han elegido para ser el candidato del partido. ¿Ahora decimos que este proceso no importa? Me niego a hacerlo”, argumenta en su carta.
Además de la carta, Biden ha llamado a un programa matutino de la cadena MSNBC para plantear similares argumentos, desafiando a los críticos que piensan que debería retirarse. “Preséntense contra mí. Preséntense a la presidencia. Desafíenme en la convención”, ha dicho.
Desde el mitin del día siguiente al debate, Biden lleva insistiendo en que no se retirará para dejar paso a otro candidato en la Convención Nacional Demócrata, que se celebra en Chicago del 19 al 22 de agosto. “Cuando te derrumbas, te levantas”, fue el mensaje del primer día. En la celebración del Día de la Independencia en la Casa Blanca el jueves pasado, insistió: “No me voy a ninguna parte”.
Pese a la insistencia del presidente, cada vez son más las voces de pesos pesados del Partido Demócrata que le piden pasar el testigo a otro candidato por las dudas sobre su capacidad mental, avivadas tras el debate de la CNN en Atlanta.
El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, mantuvo este domingo una llamada con unos 15 miembros del comité de la Cámara de Representantes en la que se puso de manifiesto la creciente división. Al menos cuatro de los participantes expresaron que Biden debería apartarse.
Un mal resultado en las presidenciales suele tener reflejo también en los resultados de las elecciones legislativas. El 5 de noviembre se renuevan los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 34 de los 100 senadores. Jeffries está convocando a los congresistas a reuniones privadas. Tiene previsto hablar este lunes con los representantes cuyas candidaturas a la reelección son más vulnerables.
En cuanto al Senado, hay muchas posibilidades de que los demócratas pierdan su control. Entre los senadores que se renuevan en noviembre hay 24 demócratas y 10 republicanos. Mientras que los republicanos compiten en circunscripciones favorables, los demócratas defienden escaños conquistados en zonas que ahora son conservadoras.
Tras sus actos recientes de Wisconsin y Pensilvania, el presidente está ahora volcado en la cumbre de la OTAN, aunque volverá a hacer campaña el fin de semana y la semana próxima. Durante esta, es la primera dama, Jill Biden, la que se está prodigando en diversos actos. Biden concederá el jueves una extensa rueda de prensa al finalizar la cumbre de la OTAN, algo que se ha marcado como otro hito en el proceso de mejorar su imagen.